Reunir y pegar todos los pedazos

Cuando recurro al Zohar y empiezo a leer, ¿con qué vengo, que llevo en mis manos para su corrección? ¡Puñados de pedazos de las conexiones rotas con las otras almas! Y en la medida en que yo lamente que estén rotas, puedo transmitir mi deseo, mi necesidad de unión.

En eso radica nuestro libre albedrío: aumentar este deseo de unidad en cada uno de nosotros. Ninguno de nosotros siente esta necesidad, pero al conectarnos con el entorno y la sociedad, empiezo a desear lo que antes no quería y no podía desear estando solo. Empiezo sentir la necesidad de unirme con otras personas y pedir por esta unión.

Por eso antes de empezar la lectura del Zohar debemos enfocarnos en la sensación del valor del grupo, ponerse bajo su influencia, “comprar un amigo”, rendirme delante del grupo, para que cada individuo y el grupo en su conjunto se sientan inspirados por la necesidad de unirnos y pidamos la corrección que es la restauración de las conexiones rotas.

Con este deseo atraeremos la Luz de la corrección. ¡La Luz no va a venir sin el deseo! Uno debe saber precisamente lo que desea, de otro modo, esto no será una plegaria, sino una hipocresía.

Si revelamos conjuntamente este único deseo de la corrección, que fue preparado por el Creador, rogaremos por la corrección del rompimiento. Esta plegaria recibirá una respuesta desde Arriba y entonces se corregirán los vínculos entre nosotros. En este momento unidos revelaremos todo lo que el Zohar quiere revelarnos.

(Extracto de la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 23 de junio 2010. El Zohar)

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