Pregunta: En los cursos de desarrollo y educación integral, pretendemos educar primero a las personas que perdieron su trabajo. La mayoría de ellos están desilusionados con la vida; muchos tienen dificultades con su familia, con su auto realización, etc.
Lo primero que puedes encontrar en tal grupo es resentimiento, frustración, y agresión ¿Serán capaces de percibir una información tan distante, abstracta, y teórica las personas que están en este estado? ¿Con qué debemos empezar para encontrar un punto en común con las personas?
Respuesta: No tenemos opción. Nosotros, las personas, constamos de dos mitades: corazón y mente, y estas tienen que equilibrarse entre sí. Entonces la persona se desarrolla de forma armoniosa, ve al mundo y a sí mismo dentro de este. Tal vez se ve a sí mismo y al mundo como si estuvieran desequilibrados, pero su visión del mundo se vuelve más o menos correcta.
Por lo tanto, primero y antes que nada, tenemos que equilibrar los problemas de hoy con el contrapeso del conocimiento: De dónde surgieron esos problemas; su origen; su necesidad para la continuación de nuestro desarrollo; a qué necesitamos llegar exactamente, etc.
Como prioridad las personas deben necesariamente completar un curso educativo, y no de aquellos que tratan con crianza, trabajo práctico, y escenarios de juego, ellos están todavía lejos de eso. El trabajo práctico dentro de tales grupos comienza sólo cuando se equilibra el estado de todo tipo de problemas y crisis. Las personas comienzan a entender la esencia de esos problemas; ahora pueden discutir, decidir, llegar a algún tipo de opinión, objetar, y discernir la verdad. Pero esta se discierne cuando los sentimientos se equilibran mediante el conocimiento.
Si en este momento tomamos 50 personas de la calle y comenzamos a hablarles de los problemas actuales, enfrentaremos una carencia total de entendimiento de nuestro punto de vista. En consecuencia, los sentimientos prevalecen por encima de la mente, y no llegaremos a ningún lado.
Esto es lo que sucede en el mundo de hoy. Sin entender el sistema general de la naturaleza, su desarrollo (comienzo, parte media, y el final de este camino), y el estado de la humanidad (en el que existimos en este momento a lo largo del eje temporal), evaluamos todo sólo con base en nuestro egoísmo pequeño y mundano que no nos permite obtener el resultado correcto. Más aun, tomamos malas decisiones a futuro y con eso nos llevamos hacia un estado más difícil. Es por eso que personalmente, no tengo duda de que primero necesitamos ir por la educación.
Precisamente con eso comenzamos nuestra interacción con los niños. Necesitamos siempre tomar nuestra actitud natural hacia los niños como un ejemplo.
Todo comienza con explicaciones. Un niño se desarrolla y siente: Yo siento esto y aquello. Una crianza correcta consiste en complementar las sensaciones de un niño con explicaciones y con un sistema de actitud correcta hacia lo que siente, hacia la forma en la que se percibe todo. Esto también tiene que ser equilibrado en los adultos. Sin esto no podemos avanzar.
Sólo en la medida en la que un grupo adapta este conocimiento dentro de sí mismo realiza y entiende la causalidad y las consecuencias de sus sensaciones, el desarrollo de su causa y efecto, y es capaz de verse a sí mismo desde afuera. Cuando la persona se eleva por encima de su yo, puede separar su propio «yo» y verse a sí misma y a la sociedad desde un lado.
Es lo mismo en la sicología: observas a la persona no como un individuo, sino desde un lado, tratando de imaginarlo como un cierto objeto sicológico. Entonces, al explorarla, comienzas a darle algunas recomendaciones concretas, explicaciones fragmentarias sin siquiera explicarle quién y qué es ella. Pero en principio, esas explicaciones también están basadas en algún tipo de equilibrio entre el conocimiento y las sensaciones. No puedes hacer nada sin esto.
Es por eso que en primer lugar tendremos que presentar los cursos de los que hablamos en la última charla. Estos son una gran cantidad de conocimiento.
En el proceso de estudio, este conocimiento gradualmente es absorbido por las personas, y entonces la persona comienza a asimilarlo internamente junto con las sensaciones. En este punto necesitamos comenzar a fortificarlo con ejercicios prácticos que ayuden a la persona a equilibrar el conocimiento con las sensaciones.
La persona puede recibir una sensación inicial de ese estado al estudiar el material de primera mano. Necesitamos hablarles del origen, la evolución, y las propiedades del egoísmo y presentarlo de forma completamente objetiva como una cierta realidad que existe, que es independiente y que no tiene nada que ver con nosotros, para que la persona pueda absorber todo en la forma en la que existe en la naturaleza.
Lo siguiente, en el mismo curso debe darse una breve explicación acerca de cómo funciona el egoísmo en la persona: cómo se manifiesta en nuestro mundo, en las conexiones con nuestra familia, hijos, con mi propio yo, etc.
Es decir, la educación implica, por lo menos, una separación en dos partes, en la que exponemos objetivamente lo que está sucediendo en la naturaleza y tratamos de expresar eso en un lenguaje un poco árido, científico, y después, como un complemento a eso, utilizamos este movimiento. Después de eso es cuando comienza el entrenamiento práctico, en el que tratamos de investigar nuestras sensaciones desde el punto de vista de la razón.
Un estudio teórico siempre es razón, y lo estudiamos, nos llenamos con todo tipo de conocimiento, datos, gráficos, fórmulas, imágenes, discernimientos de relaciones, etc., mientras tanto, añadimos gradualmente un poco de sensaciones a eso. En otras palabras, el estudio siempre proviene de dos direcciones, «razón y sensaciones»: sensaciones en la razón y razón en las sensaciones.
(65541 – De una «charla sobre la educación integral» del 13 de Diciembre del 2011)
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