Todo el mundo está en una pequeña balsa

Toda la creación está dividida en cuatro niveles de desarrollo: inanimado, vegetativo, animado, y hablante. Y el desarrollo humano también sigue las mismas cuatro etapas.

En el nivel inanimado, la persona no duda en estar de acuerdo con todo lo que el gobierno superior hace con él. En el nivel vegetativo, él adquiere su propio deseo, acuerdo y desacuerdo.

Elevarse al nivel animado significa tener tu propio carácter y destino, dirección e individualidad, es decir, llevar a cabo un propósito especial en la creación, poseer una fuerza activa dentro de una maquinaria de la naturaleza grande y general, y mover sus engranajes correctamente, de acuerdo con las acciones del Creador, pero con su propia mano.

Cuando la persona se vuelve como esta enorme máquina, él es llamada un humano, Adam. Es decir, abarca todo este mecanismo de la naturaleza y lo dirige en lugar del Creador; ella se incluye en el programa general de la creación. Esto significa elevarse hasta el nivel humano.

Hoy en día, la humanidad comienza a despertar para elevarse por encima del nivel inanimado al nivel vegetativo. Es por eso que sentimos incomodidad y la pérdida del camino; no sabemos hacia dónde ir y por qué. Y en los años por venir, muchos de esos eventos serán manifestados, los cuales confundirán a las personas, negándoles el entendimiento de cómo seguir hacia adelante.

Esto implicará las cosas más simples y aparentemente más claras, y no principios elevados. De pronto, las bases de la vida desaparecerán: La economía dejará de funcionar; las relaciones entre las personas se desintegrarán; la confusión agobiará a las estructuras de poder. Es como si cayera una niebla y todo se volviera confuso.

Todo aquel que llegó a la Cabalá comenzó a estudiar porque en algún punto, sintió que había entrado a una niebla así. En otras palabras, la persona ya no siente que es dueña de su vida, en la cual todo sigue un orden claro. Aquí, aparece un oscuro factor que la confunde.

La función protectora del cuerpo comienza a operar, el cual quiere sentirse con confianza y seguro, tener los pies sobre la tierra, y tener el control en sus manos, saber que tienes un empleo, dinero, salud, y una pensión. Pero de pronto ves como esto desaparece en la niebla.

Toda la humanidad sentirá esta condición. Y cuando en lugar de ser el estado personal de alguien, comience a suceder a gran escala, será aterrador. Pero esto nos impulsará hacia el siguiente nivel, nos forzará a buscar protección, una nueva base, y nos llevará al nivel vegetativo.

En el nivel vegetativo, las personas se verán obligadas a buscar la forma de aferrarse a los demás, es decir, de llegar a la conexión global e integral voluntariamente, conscientemente, y con el entendimiento de que no podrán sobrevivir sin esto.

Es como si todos estuviéramos de pie sobre una balsa que flota en el agua. Imagina que cada uno hiciera movimientos descoordinados y meciera la balsa en direcciones opuestas. Para no voltearnos, debemos aferrarnos unos a otros y mantener el equilibrio todo el tiempo; de otra manera, ¡nos ahogaremos! Esta sensación reinará en el mundo.

(52683 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 8/26/2011, Shamati # 115)

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