Todos los cambios están dentro de mí, no en el exterior

La humanidad ha estado desarrollándose por muchos años, ¿pero en qué dirección? Si observamos la naturaleza, vemos que la naturaleza tiende al equilibrio. Calor y frío, presión y vacío, en equilibrio, uno con otro.

Todos los fenómenos naturales tienden al equilibrio de fuerzas y la inclusión mutua, ya que este es el estado más constante y estable que es libre de presión. Eventualmente, todo legará al equilibrio. Mediante eso, podemos entender lo que nos dicen los cabalistas acerca de nuestra situación y el hecho de que debemos llegar a un estado de equilibrio con el Creador, con la naturaleza general, ya que el Creador y la naturaleza son lo mismo.

¿Qué significa llegar a in estado de equilibrio con Él? El Creador es el atributo de otorgamiento y amor, y debemos llegar a lo mismo nos guste o no. El Creador constantemente otorga sobre nosotros, y desde el interior, opera la “maquinaria” de nuestro ego creciente de manera que constantemente sentimos que estamos bajo una creciente presión, en un estado que cada vez es menos equilibrado con el Creador.

Esto nos obliga a hacer algo. Hasta ahora y a través de nuestra historia, es decir nuestro desarrollo, hemos estado tratando de equilibrar la presión con la ayuda de las diferentes tecnologías, estructuras sociales, hábitos, y medios para protegernos del calor y el frío, de la presión y otros cambios de ese tipo.

La Naturaleza es constante, mientras que nosotros constantemente estamos desarrollándonos desde el interior mediante una cadena de Reshimot (reminiscencias) que cambian constantemente. Nuestra resistencia hacia la naturaleza crece constantemente.

Todos los cambios tienen lugar en nosotros. Incluso si vemos un mudo externo que cambia, como los periodos geológicos e históricos, generaciones, o lo que sea, todo tiene lugar dentro de nosotros.

Irradiamos esta realidad hacia afuera, aun cuando en realidad no hay nada en el exterior. Una persona es una “caja” cerrada, y la imagen del mundo es trazada dentro de ella. Sin embargo, siente esta imagen como si estuviera en el exterior.

Similarmente, nuestros ojos ponen esta imagen al revés. El ojo capta al mundo entero de forma opuesta, después el cerebro la convierte una vez más. Si nos colocáramos anteojos especiales que hicieran lo mismo, después de un momento, el cerebro se acostumbraría a esto y convertiría la imagen a la dirección correcta. Esto ilustra el hecho de que todos los cambios tienen lugar dentro de mí, no en el exterior.

Por lo tanto decimos que, como está escrito, “No hay nadie más aparte de Él”, la única fuerza constante que me opera y me influye. Él ha preparado todas las Reshimot (genes de información) dentro de mí, y todo lo que descubro en mi vida, en mi mundo, en mi realidad, es el resultado de las Reshimot. Son responsables por todo lo que puedo ver, escuchar, degustar y sentir.

Debo constantemente tratar de recordar eso, si algo necesita ser cambiado, eso soy yo. El método cabalístico no está destinado a la corrección del mundo, pero, con su ayuda, una persona se corrige a sí mismo y a su percepción. Entonces, a pesar del sentido común, si una persona quiere ingresar a la imagen espiritual, debe reenfocar su visión.

Los estereogramas están basados en el mismo principio. Para verlos, una persona debe reenfocar su visión ¿Cómo podemos cambiar el foco con el fin de discernir el nuevo estrato de la realidad? Es muy simple. Debemos aceptar al mundo como una realidad que es manejada por una fuerza y que todos los cambios están teniendo lugar a través de mis Reshimot.

Constantemente trato de percibir y entender la situación, de recordar que siempre estoy afrontando la única fuerza dentro de mí y que las Reshimot que constantemente están cambiando dentro de mí son opuestas a esa fuerza. Entonces, debo llegar al equilibrio del que hablamos en cada momento de mi vida.

La principal ley de la naturaleza es que, a pesar de todo lo que es evocado dentro de mí, me construyo de tal manera que soy tan similar al Creador  como sea posible, y no difiero de Él en mis atributos. Esto es lo principal.

Mediante alcanzar el nivel actual, me elevo al siguiente nivel. Así, me equilibro con el Creador en cada parámetro, en todos los 125 grados, al volverme totalmente igual y similar a Él, y lograr el equilibrio total.

En su totalidad, es un esquema simple. El mundo es constante, pero los cambios dentro de mí, lo colorean una vez más en cada momento, debo estar en equilibrio con la fuerza que me entrega y estabiliza la imagen actual.
(77665 De la Convención One en Nueva Jersey 12 de mato del 2012, Lección 3)

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