La Torá, «Éxodo» Mishpatim (Leyes), 22:15-22:16: Si un hombre seduce a una virgen que no esté comprometida, y se acuesta con ella, él debe tomarla en matrimonio como esposa.
Si el padre de ella no quisiere dársela a él [en el matrimonio], debe pesar el dinero conforme a la dote de las vírgenes.
«Una niña no comprometida» representa un deseo egoísta que no puede utilizarse correctamente. Es por eso que, en lo que respecta a esta persona, su deseo se considera como una «virgen» que no puede ser suya, sin embargo, ella lo seduce, por lo tanto recibe cierto placer a través del llenado del deseo.
A uno se le prohíbe hacer eso, dado que su deseo es egoísta y no lleva al otorgamiento. Es por eso que uno tiene que pagar, es decir «llenar de nuevo» la pantalla, la parte de la acción que uno aún no ha comprometido.
Si pagó por la niña, es decir si tuviera una pantalla para trabajar de manera seria con ella (su voluntad), entonces se le permitiría casarse con ella, recibir un placer egoísta. Por el contrario, en el mundo espiritual esto es considerado como un delito grave, puesto que representa la interacción que tiene lugar en un Kli, vasija, que es completamente inadecuado para esta persona.
Se nos dice que un hombre se siente abrumado por su pasión, similar a la forma en que sucede en este mundo material. Le parece que él es capaz de tratar correctamente su deseo espiritual y usarlo para el otorgamiento, aunque, más tarde, resulta que él no fue capaz de hacerlo. Por lo tanto, está obligado a usar una corrección adicional y a empezar a trabajar nuevamente con el atributo de otorgamiento.
Pregunta: Entonces, ¿quiere decir que la «seducción de una virgen» puede ocurrir inconscientemente?
Respuesta: Hay un sinnúmero de situaciones en la vida. La vida espiritual es mucho más complicada y compleja que la nuestra. Tiene una gran cantidad de variaciones. Sólo después de que uno comienza a actuar, puede reconocer la cualidad de su deseo y decir si actúa a sabiendas o inconscientemente, si se trata de libertinaje y seducción o simplemente de falta de conocimiento y de un malentendido. Quién sabe, tal vez uno tenía una buena intención y, de repente, resulta que no puede implementarla en la realidad y esto debe considerarse como una violación. En otras palabras, si uno utiliza una vasija que no debería haber utilizado porque está más allá de su capacidad, entonces uno no puede soportar esto.
¡Se trata solo de trabajar con un deseo! Sin importar que tema toquemos de la Torá se refiere a la corrección de los deseos que constan de los niveles internos inanimados, vegetativos, animados y hablantes de la naturaleza. La Torá lo explica todo de una manera alegórica. (112265) Del Kab.TV «Secretos del Libro Eterno » del 7/16/13
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