No más de dos errores

Dr. Micahel LaitmanLa Torá, «Éxodo», Mishpatim (Leyes), 21:28 – 21:29): Y si un toro cornea a un hombre o a una mujer y (esa persona) muere, el toro será seguramente apedreado y no comerán su carne y el dueño del toro será absuelto.

Pero si (por costumbre) este es un toro corneador desde ayer y anteayer y su dueño fue advertido pero él no lo vigiló y éste le dio muerte a un hombre o a una mujer, el toro será apedreado y también se le dará muerte a su dueño.

Un «toro corneador» simboliza un estado en el cual la persona «libera» a su animal interno. Si uno no sabe qué clase de animal es, no se considera culpable. En este caso, significa que esta persona ha recibido desde «Arriba» un poderoso impulso de la Luz que ella simplemente no es capaz de resistirse a Ella y la Luz la atraviesa. Cuando la persona es asesinada por manos de otra persona, aun así este asesino no intencional es considerado culpable de algo, puesto que se hizo a través de él en vez de algún otro. Esto significa que él puede ser acusado de otro crimen pero no de un homicidio intencional.

Muchas leyes se originan a partir de esta. Digamos que una mujer que tuvo dos esposos y ambos murieron, entonces a ella se le prohíbe casarse por tercera vez.

Pregunta: Esto desencadena muchas suposiciones. Si las personas llevan una vida terrenal común y no son conscientes de que son egoístas, ¿qué podemos esperar de ellas?

Respuesta: La Torá no habla de las personas que no saben nada y viven una vida normal en la tierra, dado que ellas están todavía en el nivel animado y nada puede esperarse de ellas. Ellas son gobernadas desde arriba sin ninguna pregunta. Ellas saben sólo lo que saben y no tienen ningún libre albedrío, ni tienen ninguna relación con la fuerza gobernante. La Torá habla acerca de las formas de elevarse al nivel de la fuerza gobernante y tener el control de nuestras vidas.

Sin embargo, se nos dice que si uno conoce la naturaleza genuina de uno y aun así comete actos egoístas intencionalmente, entonces está sujeto a la muerte. Uno tiene que hacerse cargo de su propia corrección, de lo contrario tiene que morir. Esto significa que si la acción se repite dos veces, luego la misma acción por tercera vez excluye a esta persona del nivel en el que ella está normalmente y la arroja a un nivel más bajo, es decir que necesitará auto corregir lo más básico. (112274) Del Kab.TV «Misterios del Libro Eterno» del 5/20/13

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