Transformen los obstáculos en un grado de elevación

Dr. Michael Laitman3La Torá «Levítico» (Kedoshim) 19:14: No maldecirás a una persona sorda. No pondrás tropiezo delante del ciego, y temerás a tu Dios. Yo soy el Señor.

Si traducimos el lenguaje de la tierra en leyes espirituales muy simples, entonces escuchar es Bina y ver es Jojma.

Los sordos son personas que no poseen el nivel de Bina, la cualidad de otorgamiento, y los ciegos son aquellos que no tienen el nivel de Jojma. Por lo tanto, se dice, no pongas obstáculos en frente del ciego porque tropezará, dado que no hay sensores, ningún dispositivo interno para ver, para analizar, y determinar lo que es bueno y lo que es malo en estos niveles.

Un obstáculo e todo lo que pueden usar adecuadamente durante el camino espiritual. Si ustedes tuvieran la vista, no definirías esto como un obstáculo sino como una oportunidad de sobrepasar y elevarse al siguiente nivel. Después de que la persona ciega enfrenta un paso aunque sea invisible, ella tropieza y cae, pero aquel que ve los pasos se eleva cada vez más alto. Todo depende de si eres capaz de hacerle frente a este obstáculo, transformándolo en un elevador para el ascenso a lo largo de la escalera espiritual.

Resulta que el sordo no es capaz de subir al nivel de Bina con la ayuda de los obstáculos, y el ciego no es capaz de hacer lo mismo con respecto al nivel de Jojma. Por lo tanto, ustedes deberían sentir el nivel de la otra persona, qué es para su beneficio y qué no, y conducirla amablemente, como un niño pequeño, entonces empezará a estudiar, a ascender, a descender, pero no a caer. Es así como deberían tratar al prójimo, siguiendo la regla de «ama a tu prójimo como a ti mismo».

Nosotros educamos niños a través de ligeras enseñanzas y moral en nuestro mundo. Un serio análisis y comprobación toma lugar en el mundo espiritual en cuanto a si es posible convertir los obstáculos en un nivel de ascenso.

Es por esto que tienen que actuar de tal forma que haya obstáculos frente a los demás, por medio de los cuales ellos asciendan. Deben entrar en la otra persona, entender en qué nivel está, e incluso ayudarla a encontrar un obstáculo que pueda superar.

Este es el apoyo mutuo, cuando todo se mezcla en una causa común, por una parte, revelarse los obstáculos unos a los otros, y por otro lado, ayudarse a sobrellevarlos. Y así, apoyándose mutuamente unas a otras, las personas se elevan como escaladores de montañas.

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Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 4/2/14

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