Un esclavo libre

thumbs_laitman_742_02No es difícil que el Creador controle completamente a las criaturas. Este es el poder del Elyon, del que se nos dice, (Isaías 44:6) «Yo soy el primero, y Yo soy el último», el único que lo activa y lo maneja todo. El problema está sólo en cómo llevar a las criaturas a la libre elección, a la independencia. Depende de que las criaturas la tomen por sí mismas, puesto que la libertad y la independencia no pueden ser dadas desde Arriba.

¿Cómo se hace? No sabemos qué son la libertad y la independencia. Si nos escondemos de alguna sensación desagradable, suponemos que somos libres de ella, y cuando dejamos de estar bajo la presión o el dominio de alguien, pensamos que nos hemos vuelto independientes. Pero esto no es verdad.

Si tenemos este deseo, en primer lugar necesitamos un deseo y una necesidad de independencia y libertad. Y este es un problema. ¿Cómo puede haber algo libre en una criatura que es el producto de las fuerzas particulares que la produjeron?

Si no hay independencia, entonces no hay criatura. Sólo hay una sustancia proteica que existe de acuerdo a leyes claras y definidas y que está bajo la influencia de diversas fuerzas que la desarrollan y apoyan, y que le dan la vida y la muerte. Sin embargo dentro de todo esto, ella no tiene independencia en nada.

Si nos fijamos en la vida de todas las personas, entonces parece obvio que ellas no deciden nada por sí mismas. ¿Dónde podrían tener una oportunidad para sentir un deseo independiente?

Este es el problema, si es posible decirlo, del Creador al crear la creación. Porque una criatura es alguien que adquiere el poder de la independencia. Ella se separa del Creador. Pero, ¿cómo es posible? Y si no separa, ¿cómo llegará a la independencia?

Por lo tanto es importante que nosotros pasemos por una sensación de exilio, no una sola vez, sino un exiliado que va y viene varias veces en un nivel más interno todo el tiempo. El primer exilio, si puede llamársele exilio, fue el exilio de Babilonia. El segundo exilio es el exilio de Egipto, el tercero es el exilio de Persia, y el cuarto y último es nuestro exilio.

Nosotros alcanzamos estos exilios a través de nuestro trabajo interno en el que logramos el reconocimiento de nuestra dependencia, y entonces sabemos cómo llegar a ser independiente. De hecho nuestra alianza, nuestra adhesión con el Creador, está basada en nuestra independencia. De lo contrario yo no puedo ser un socio.

Además, cuando se nos dice que yo soy el siervo del Creador, no se trata de la misma esclavitud en la que estuve al comienzo. Me he convertido en un siervo del Creador desde un estado y un nivel completamente independientes. El nivel de siervo está basado en mantener un estado opuesto a Él, es decir, en la libertad absoluta.

(132115 – De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 4/07/14, Escritos de Rabash)

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