La Torá, «Éxodo» (Mishpatim), 22:19: Aquel que ofreciere sacrificio a los dioses, a excepción del SEÑOR solamente, será destruido.
Sacrificio, Korbán (derivado de la raíz hebrea de acercarse), significa que yo sacrifico mi ego para elevarme por encima de él. Si lo hago con el fin de alcanzar el atributo de otorgamiento, esto me ayuda a avanzar. Si se trata de todo lo contrario y lo hago a fin de recibir, a esto se le llama el paganismo, entonces está prohibido.
Pregunta: ¿Por qué me comporto de esa manera si está prohibido?
Respuesta: Ustedes lo hacen porque con ello reciben placer egoísta. La persona puede tropezar y hacer algo mal en todos los niveles, dado que éste tiene que ser su libre albedrío. Tropezar significa que uno sólo tropieza pero no se cae. Esto significa que la caída es relativa: Yo soy arrojado del nivel en que me encuentro para aprender y elevarme aún más, o para que caiga como resultado de mis propias acciones. Esta es una caída intencional.
Se nos dice: «Porque un hombre justo cae siete veces, y vuelve a levantarse» (Proverbios 24:16). Cuando la persona avanza constantemente, ella es llamada un justo. Ella seguirá cayendo y elevándose, cayendo y elevándose, puesto que es activada a propósito para que aprenda a avanzar. Si por sí misma prepara la caída de antemano, ella no puede avanzar.
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Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 5/27/13
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