Un nacimiento consciente de la humanidad

El próximo nivel de nuestro desarrollo se llama «Humano» pero el nivel humano no es nuestro cuerpo físico ni es el nivel que nosotros hemos creado en nuestra civilización. Después de todo, nuestra civilización está construida únicamente sobre el servicio de nuestros deseos animales: comida, sexo, hogar, familia, riqueza, fama, poder y conocimiento. Ninguno de estos deseos se extiende más allá del nivel de servirles a nuestras necesidades corporales.

Es crucial que nos elevemos por encima de estas necesidades corporales a un nivel espiritual y obtengamos la esencia de un humano. Esta es la próxima fase de desarrollo que la humanidad está ahora encarando. La facilidad de esta transición depende de la medida en que nosotros mismos nos ayudemos a nacer en este nuevo reino, en este nuevo nivel. De lo contrario, toda la humanidad experimentará terribles dolores de parto, los cuales serán sangrientos y violentos. A la larga, nosotros sin embargo naceremos en el próximo nivel. De todos modos, si nosotros avanzamos hacia éste de manera consciente, entonces nosotros ayudaremos al proceso de parto al igual que el feto lo hace: La madre lo empuja hacia afuera y él la ayuda.

La naturaleza hoy en día está empujándonos hacia el nacimiento a través de la presión y de la crisis. En su traducción del griego, la palabra «crisis» significa «nacimiento de algo nuevo». No se trata de una caída, más bien es una revelación de algo nuevo, la cual por supuesto está acompañada de dolores de parto. Es por eso que nosotros mismos debemos ayudarnos a nacer.

En realidad este es un nacimiento y es especial. En el pasado no estábamos conscientemente involucrados en nuestro avance, nosotros sencillamente fuimos empujados por la naturaleza y avanzamos de manera egoísta. Ahora, nos elevamos por encima de nuestro egoísmo natural, por encima de nuestro nivel y conscientemente entramos al próximo nivel donde nosotros representaremos a una humanidad integral. Esto se revela hoy en día como si la naturaleza estuviera invocando, presionando y mostrándonos nuestra interconexión. A través de esto nosotros obtenemos un equilibrio y una armonía natural con la naturaleza. Esto realmente es un parto saludable y consciente de la humanidad.

(85073 – De una «Charla sobre formación integral» del 29 de Febrero del 2012)

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