Una competencia desigual

Pregunta: ¿Comenzarán a preocuparse los líderes mundiales por las necesidades básicas de la población mundial?

Respuesta: Tendrán que preocuparse por ello. Después de todo, ellos han llevado al mundo a esta situación, y no serán perdonados. Casi todas las grandes riquezas que hemos acumulado mediante nuestros esfuerzos comunes les pertenecen sólo al uno por ciento de la población ¿Quién permitió que eso sucediera sino los gobiernos? En cada país, es el gobierno el que ha creado esta situación.

El uno por ciento de la población controla ahora lo que le ha arrebatado y le continúa arrebatando a otros. Mientras tanto, el gobierno le ha dado a las masas monedas y promesas: «No te preocupes; estamos ocupándonos de todo. Elevaremos tu pensión. Añadiremos algo a tu seguridad social. Somos muy buenos. Cuidaremos de ti».

Ellos no mencionan los «pasteles» que llegan a las mesas del uno por ciento, pero hacen gran alarde de cada migaja, de cada hueso que le arrojan a los pueblos. Ese es todo el juego, pero pronto llegará a su fin.

La deuda nacional ha crecido. Alguna vez, fue la deuda de los bancos, pero los bancos no son estúpidos. Transfirieron sus déficits al estado. Ahora, la deuda nacional es más grande que el producto interno bruto ¿De quién pueden tomar el dinero para cubrir las deudas? Lo tomarán ya sea de los ricos o de los pobres.

Los ricos le dicen a los políticos: «Si haces un movimiento arriesgado,  te «comeremos» usando los medios y otros recursos. Al fin y al cabo, tenemos el dinero, y el dinero es poder. Hacemos lo que queremos». De hecho, los jefes de estado son marionetas en sus manos.

Por otra parte, ¿Qué más puedes quitarles a los pobres? La clase media también está derrumbándose, y el desempleo crece. Los estudiantes que se gradúan en la actualidad no pueden encontrar un trabajo, y mientras tanto, la deuda que los estudiantes Norteamericanos tienen que pagar por su enseñanza es enorme. Este dinero no puede ser pagado si una persona no tiene un trabajo estable.

Entonces, el conflicto entre los ricos y los pobres está creciendo, y no hay una solución. Eventualmente, millones de personas con hambre saldrán a las calles y harán disturbios ¿Qué hará el gobierno entonces? ¿Qué harán los magnates?

Eventualmente, la crisis no se tratará de una «distribución justa», sino de proporcionarle a cada uno lo necesario para cubrir las necesidades básicas. Todos tendremos que preocuparnos por ello.

(64224 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/25/2011, «La Libertad»)

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