Una mañana perdida

Dr. Michael LaitmanPregunta: Sentimos gran intensidad durante las lecciones, anhelamos la conexión y la interioridad, pero más tarde de alguna manera todo desaparece. Cerca de las 11 a.m. no queda nada ¿Dónde está el centro del grupo? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo mantener el impulso?

Respuesta: Primero, todo lo que yo les doy durante la lección no se pierde, sino que en realidad permanece en cada uno de nosotros. No hay ausencia en la espiritualidad. Aunque la persona no escuche, no entienda, ni perciba las palabras, incluso si vive en otro país, si no conoce ni entiende el idioma, aun así nada se pierde. La impresión de que la sensación de la lección desaparece y se desvanece es sólo para que la persona la renueve por su parte tanto como pueda. En cualquier caso, todo permanece mientras yo pueda darles lecciones.

Durante las lecciones ustedes están bajo mi influencia. A la persona que así lo quiera se le dan momentos de libre albedrío y entonces sus esfuerzos se vuelven más cualitativos. Pero de una manera u otra, esta influencia es una especie de infusión o transfusión que recibe cada uno. Ustedes tienen que tratar de hacer algo con ella.

Si ustedes son como cadáveres, no tiene sentido darles una infusión. No, tienen que mostrar que han crecido por la inyección diaria de cada día; que han avanzado en la dirección correcta hacia el centro del grupo, hacia la conexión entre ustedes, hacia la demanda de revelar al Creador, lo cual es la fuerza mutua de otorgamiento entre ustedes.

Es verdad que la impresión que experimentan durante la lección desaparece, ¿pero vienen a la lección cada día sólo para ser impresionados y no para trabajar?

No deben acostumbrarse a ello. No deben convertir la lección en un ritual estándar. Al contrario, deben resumir las cosas al final de cada día: ¿Qué he hecho? ¿Qué he alcanzado?

Y con respecto a mi presencia durante la lección matinal, esto no es algo que yo haga. Puedo estar haciendo grandes esfuerzos con el maestro y los amigos, pero esto ya es algo diferente. Pero si escucho la lección pasivamente y a las 11 a.m. no queda nada de la impresión que ésta deja en mí, entonces significa que he desperdiciado cinco horas tras la lección y no he hecho nada con mi impresión. Esto no es bueno.

Yo tengo que hacer un esfuerzo con un par de amigos: «Chicos, acabemos con este mal hábito, hagamos realmente lo que los cabalistas nos dicen. Después de todo, ellos sólo quieren lo que es bueno para nosotros; al fin y al cabo, son nuestros ancestros. Nosotros no podemos; no queremos; estamos en contra de ello; todo eso es verdad, pero ellos nos dicen que si organizamos y establecemos un sistema de relaciones mutuas diferente entre nosotros llamado un grupo, seremos capaces de esforzarnos en él. Al menos seremos capaces de dar un pequeño paso hacia adelante por nuestra cuenta.

Entonces pónganse de acuerdo en eso con los amigos. Esto es simplemente indispensable.

(122513 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 6 de Diciembre del 2013, Escritos de Baal HaSulam)
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