Una manifestación de nuestra propia ignorancia

Baal HaSulam, «La Nación»: La recompensa por el trabajo intelectual es mayor que por el trabajo físico. Y el trabajo de los rápidos paga más que el trabajo de los lentos. Y una persona sola debe recibir menos que el que tiene una familia. Aun así, el tiempo de trabajo debe ser igual para todos; también la distribución de los frutos del trabajo debe ser igual. Entonces, ¿Cómo podemos saltar sobre todas esa diferencias?

¿Cómo puedo establecer una distribución justa si somos todos tan diferentes? La productividad de las personas es diferente. No puedes exigirles lo mismo y medir su esfuerzo de acuerdo a un criterio unificado. En conclusión no tenemos ninguna base, ningún fundamento, para construir una sociedad justa.

Debemos explicar esto a aquellos que piden justicia social en las calles ¿Cómo puede haber justicia social? ¿Cómo la mides si cada uno es diferente por naturaleza, y no tienes la herramienta para medir sus diferencias? Por naturaleza, somos diversos; no tenemos ningún criterio de comparación, lo que significa que nunca lograremos una distribución justa. Uno debe estar en el nivel del Creador para dividir todo de manera justa.

De hecho, lo que todos y cada uno de nosotros recibimos ahora es una distribución justa. En realidad, lo que recibes en cada momento de tu vida viene de Él. Esto es justicia; es a lo que tienes derecho. Él te asigna una parte absolutamente precisa.

Es el Creador el que te da todas las condiciones en las que vives. Tal vez no estás de acuerdo con Él y con el sistema, pero esto es lo que te da y te dice: «Trabaja a partir de este punto. De acuerdo con las cualidades de tu alma, debes estar precisamente en este estado. Este estado es el mejor para ti, y sólo puedes avanzar a partir de este punto. Comienza a trabajar y obtendrás más. Por ahora, recibiste todo lo que necesitas para avanzar, de manera justa y de acuerdo con todas las reglas».

Incluso el Faraón admitió que «el Creador es el justo y el Faraón es un villano». Incluso si no estás de acuerdo, o no estás consciente, o aún no estás listo, aun así es verdad ¿Cómo puedes comenzar a moverte? ¿Hacia dónde vas? ¡Sólo hacia el otorgamiento!

Si quieres avanzar y cambiarte a ti, al entorno, la sociedad, y al mundo, tienes que aprender del Creador qué significa ser justo: relacionarse con todos y ayudarlos a lograr una distribución justa en niveles cada vez más grandes de otorgamiento. Obtenemos una distribución justa en cada nivel hasta la corrección final. Es ahí donde ocurre una distribución justa, y el cálculo es bastante preciso. No puedes ascender en la escalera espiritual antes de estar 100% de acuerdo con lo que sucede, es decir antes de obtener las vasijas de otorgamiento y de estar de acuerdo en que esto es justicia.

Entonces, ¿Para qué son todas esas manifestaciones que piden justicia en las calles? ¿Qué demandas se pueden hacer? Mejoren el entorno y la conexión entre ustedes, y entonces se elevarán hasta un nivel mayor de justicia. De acuerdo a tu grado, estás obteniendo lo que mereces. Un nivel más alto te traerá algo más ¿Qué será? Comiencen a otorgar entre sí y verán. La Luz está siempre ahí. Al elevarse junto con la sociedad, obtienen más, si descienden, obtienen menos.

Entonces, ¿Acerca de qué pueden manifestarse? ¿Acerca de no saber qué sucede? ¿A quién le exigen justicia? Todos estamos en el mismo barco. Nada bueno puede surgir de ello. Las revoluciones en Egipto y Libia son los mejores ejemplos de eso.

Tenemos que entender que siempre estamos en el sistema corregido. Sólo podemos elevarnos en este hacia estados de corrección mutua cada vez más exaltados. Existes en el mundo de Infinito y recibes de este sólo de acuerdo a tu grado, es decir tanto como puedes absorber. Este te llena; tiene todo lo que desees.

¿Entonces cómo puedes gritar que no es suficiente para ti? Puedes obtener más; se te ha dado esta oportunidad. Comienza a conectarte con otros, y mientras mejor sea la conexión entre nosotros, más recibiremos todos. No alcanzaremos la felicidad sin la garantía mutua. Ninguna manifestación ni revolución ayudará.

(56049 – De la 5º parte de la lección diaria de Cabalá del 9/28/2011, «La Nación»)

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