Una maravillosa droga llamada «Zóhar»

Dr. Michael LaitmanEsforzarse como «un buey  al yugo y un burro a la carga», significa trabajar sin sentir ningún sabor en el trabajo. Yo leo El Libro del Zóhar porque el doctor dice que funciona como una droga que me ayudará a recuperarme. Usualmente es desagradable y bastante difícil. Está en contraste con mis deseos corporales y no es de mi gusto. Pero el doctor la ha prescrito y entonces yo lo hago.

No deseo sentir placer en mi mente y corazón al leer El Zóhar. Aun cuando leer El Zóhar me trae alegría, yo no estoy contento porque me parece que entiendo, siento, y sigo la trama como un libro de aventuras, siguiendo los viajes de los grandes sabios como si siguiera a los exploradores de las nuevas tierras y continentes. Estoy contento sólo porque acepto esta lectura como una medicina.

No es la lectura lo que me trae alegría, sino el proceso por el que paso. Primero, sigo las órdenes de los sabios, lo cual significa que inclino mi cabeza ante ellos. Segundo, he escuchado que esto le da alegría y placer al Creador. Finalmente, ¡me corrijo de esa manera y me he acercado al Creador!

Si ustedes profundizan en el texto, significa que operan en su deseo de recibir al tratar de llenarlo de alguna manera mediante su corazón y mente egoístas. Así, roban la intensidad de su estudio, la intensidad del estado. Sin embargo, eventualmente, las cosas se volverán al revés y vendrá un tiempo en el que de pronto entenderán que no tienen nada. Este dolor egoísta hará que entiendan que han estado estudiando de la manera equivocada.

Este enfoque no es 100% preciso, dado que ¿Cómo puedo tratar de entender con mi mente corporal de qué se trata El Libro del Zóhar? Si son científicos, ustedes estudian este mundo con las herramientas que tienen, con sus emociones y su mente, tratando de entenderlo en su mente, Así es como opera la ciencia en este mundo y esto es llamado «razón».

Sin embargo, el mundo espiritual está en un nivel diferente. Está en una dimensión donde sus emociones y su mente no tienen control de nada. No pueden siquiera imaginar cómo es. Está en una frecuencia totalmente diferente. Es como si recibieran una frecuencia de 100 kilohertzios, mientras que alguien más funciona en una frecuencia de 100 mega hertzios. Esas son frecuencias totalmente diferentes; una es larga, y la otra corta. Ellos no pueden comunicarse ni pueden generar ninguna fuerza común.

¿Cómo pueden ustedes hablar acerca de un mundo que no pueden percibir? ¿A qué pueden aferrarse? ¡A nada! Sin embargo, se les dieron libros que no entienden ni pueden entender en absoluto. No entenderán nada a menos que lleguen al nivel del libro. Este nivel de cualidad se logra al cambiar todos sus sentidos y su mente. Todo cambiado en ustedes, y reciben nuevas emociones y mente, en lugar de las antiguas. Antes de eso no tenían ninguna conexión con el libro llamado la «Torá«, a excepto de su cualidad única.
(111650)
De la 2° parte de la Lección diaria de Cabalá del 7/02/13, El Zóhar

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