Una mirada imparcial al mundo

Dr. Michael LaitmanHay ciertas acciones que el hombre debe llevar a cabo para cambiar su naturaleza egoísta. Ante todo, nuestra naturaleza nos obliga a amarnos sólo a nosotros mismos, para ganar a expensas de nuestros vecinos, sin importar el sufrimiento que causo a otros e incluso disfrutándolo.

Asimismo, no tomamos en cuenta al Creador. Si no fuera por el temor a la fuerza superior, no pensaríamos en ella en absoluto. Sin embargo, hay ocultamiento, por eso, no sé lo que va a pasar con mi vida ni con mis hijos ni con las personas cercanas a mí. ¿Seguiré vivo en el siguiente momento? ¿Qué tiene el día de mañana para mí? Por lo tanto, hago un cálculo y decido ser bueno.

Pensamos que el Creador tiene obligaciones con respecto a una persona si ella cumple con sus obligaciones en relación con el Creador. En otras palabras, si la persona se comporta correctamente, el Creador la trata bien.

Sin embargo, hay otra condición que nos obliga, no sólo a relacionamos bien con el Creador, sino con todo el mundo y con niveles inanimado, vegetal, animal y humano. Debo tratar al mundo que me rodea como me trato a mí mismo. Por eso se dice: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’ Mi prójimo es cualquier cosa dentro de mi entorno.

¡Imagínate que trato todo lo que está fuera de mi con el mismo nivel de sensibilidad, cuidado y amor que uso para mí mismo! Entonces dejo de sentir la diferencia entre yo y lo que está fuera de mí. El mundo inanimado, plantas, animales y gente se vuelven como yo.

Siento que, todo el mundo y todo el universo son como un algo en lo que existo. No hay diferencia entre lo que tengo dentro y lo que está fuera. Si logramos este estado, entonces cancelamos todos los límites y adquirimos un sentido adicional que nos permite sentir lo que está fuera de nosotros. Siempre he sentido el mundo exterior a través del beneficio que puedo obtener. Y ahora cancelo mi ego, mi idea preconcebida y sólo siento el mundo exterior.

De repente, descubro que el mundo exterior se funde en uno, que se llama mundo superior o Jardín del Edén, está lleno de luz, energía, vida y placer. Sólo existe la Luz Superior, que está en absoluto reposo y tranquilidad. No hay separación ni límites ni tiempo.

Abandono las barreras de este mundo egoísta y de nuestra percepción egoísta y revelo una nueva realidad positiva, que no está limitada por las barreras de mi egoísmo.

Si llego a tal percepción, a sentir el mundo entero como un todo, donde los mundos superiores e inferiores se unen, puedo sentir toda la Luz que los llena, la única fuerza del Creador, entonces revelo la verdad, por lo que existo en este mundo.
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De Kabtv ‘Una nueva vida’ 17/sep/15

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