Una oración de la que todos los malvados se arrepentirán

Dr. Michael LaitmanPregunta: Sé que no puedo pedir para mí mismo, incluso si quiero agradarle al Creador. En vez de eso, uno puede pedir sólo por los amigos. Entonces, ¿Cómo puedo pedirle ayuda del Creador para que me de la fuerza?

Respuesta: Tienes que pedir ayuda para ser incluido en el grupo y otorgarles a los amigos con el fin de otorgarle al Creador a través de ellos. Específicamente este es el pedido correcto que nos atrae la Luz que Reforma. Aquí, se crea un círculo cerrado, un anillo. Yo le pido al Creador la habilidad de otorgarle a Él.

Y parecería que todo depende de Él – ¿Cuánto recibo para poder otorgarle a Él? Pero esto no es así, porque todas las preparaciones que ocurren en este ciclo dependen de mí. Es imposible atravesar esto sin sentir la angustia, el mal, y la presión que finalmente requiere que me dirija al Creador.

Todos mis esfuerzos no son para librarme de las malas sensaciones físicas, de la angustia bestial, sino para darle al grupo y añadirle el bien a este. Yo puedo avanzar sólo así, no como una bestia que huye de los golpes.

Si de pronto nos encontramos presionados, asustados y confusos, no podemos querer sólo huir de este estado porque sea desagradable. Más bien, debemos querer esta condición para avanzar hacia el Creador, quien arregló esto para nosotros. Si todos sentimos así, entonces avanzaremos.

Yo no le pido al Creador que me quite todo lo desagradable, todo el mal, sino que pido que el mal se transforme en bien. Así, la persona necesita rezar: «No me complazco en la muerte de los impíos, sino en que se conviertan de sus caminos y vivan«.

(104228De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 2 de abril del 2013, Escritos de Rabash)

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