Una solución que ha sido probada a lo largo de la historia

Si queremos alcanzar la paz verdadera, tenemos que dejar que todos sepan que nuestro pueblo tiene que unirse. Sólo esto resolverá nuestro problema. La historia ha probado que, después de todo, una vez existimos sólo gracias a la conexión entre nosotros y a la capacidad de alcanzar la garantía mutua, y gracias a eso nos convertimos en una nación.

El pueblo de Israel no es una nación común que existe debido a que nació y se desarrolló en una zona geográfica determinada. Es un grupo de personas que salieron de Babilonia y decidieron vivir de acuerdo al principio de «ama a tu prójimo como a ti mismo». Es sólo gracias a esto que se convirtió en una nación, y este es nuestro fundamento. Si no existiera esta base, no seríamos una nación ni sentiríamos que nos pertenecemos unos a otros. Es sólo el odio que nos rodea lo que nos une y nos encierra como en un saco de nueces. Pero, de hecho, si todo estuviera bien con respecto a nosotros, todos nos dispersaríamos en todas las direcciones.

Por lo tanto, debemos entender que si no fuera por nuestro fundamento, por la conexión general y la ayuda mutua, no seríamos una nación que vive en su estado. El mundo entero nos trata como si hubiera algo temporal en nuestro país, pero esto se debe a que nosotros mismos no nos construimos como nación aquí, ni somos una nación por naturaleza.

Es imposible, por ejemplo, decir que un francés no pertenece a su nación. No importa donde vaya, él sentirá que pertenece a su país. Sin embargo, un judío que se va al extranjero deja de sentir que pertenece a Israel hasta el punto de querer desaparecer entre los extraños y ser como ellos: un francés o un estadounidense.

Hemos perdido la conexión entre nosotros, la garantía mutua, dos mil años atrás. Ahora, después de haber regresado a esta tierra, ¡tenemos que comportarnos como lo hicimos en el pasado y sólo entonces seremos una nación!

Gracias a ello lograremos mucho. Ahora el mundo entero está en un estado crítico, afectado por la crisis general en los diferentes aspectos de la vida. El mundo tampoco está conectado y por ello no puede salir de la crisis global. Ya está claro para todos que debemos unirnos. Todos hablan de ello, comenzando por los primeros ministros hasta los medios de comunicación.

Estamos tan conectados a nivel mundial que no seremos capaces de existir a menos que tengamos buenas relaciones. El mundo entero está en un declive constante y todos están buscando un método que nos permita conectarnos.

Aquí sólo ayudará el método que nuestra nación tiene, el cual solíamos utilizar en el pasado y con el que alcanzamos la conexión. Si lo cumplimos ahora entre nuestra nación y regresamos a la garantía mutua, serviremos como un ejemplo para el mundo entero.

Esto no quiere decir que todas las naciones tengan que conectarse de esa manera; ellas ya están conectadas de forma natural. Pero por medio de ello, seremos un ejemplo para ellas en cuanto a la forma en la que debe unirse el mundo entero. No hay otra solución. Con el fin de superar la crisis global general, debemos unirnos todos en un todo y el pueblo de Israel debe ser un ejemplo para el mundo entero y presentarles a todos el método de conexión.

Hay un método de conexión integral, en el cual estamos trabajando. Esto significa que hay una solución, y lo único que tenemos que hacer es dárselo a la gente y explicarle que este método es nuestra salvación, la salvación no es sólo para la nación de Israel, sino para el mundo entero. Así unimos a la nación, no sólo dentro de las fronteras de Israel, sino que somos un ejemplo para el mundo entero, lo cual es llamado «ser una Luz para las naciones».

Al hacerlo, veremos cómo el mundo supera la crisis. Reduciremos la tensión y los problemas y resolveremos el conflicto con nuestros vecinos, que también es causado por la falta de la conexión correcta entre todos. El odio hacia nosotros, las fuerzas y la tensión son consecuencia del desequilibrio.
(93701)
De la charla 1 «La solución está en la unidad» del 11/18/12

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