Una vasija para el alma

%2Dr. Michael LaitmanDe acuerdo con la sabiduría de la Cabalá, el «cuerpo» del Partzuf es llamado un deseo de recibir con el fin de otorgar, y el «alma» es la Luz que lo llena. Con el fin de adquirir un alma, estamos construyendo unaconexión entre nosotros, es decir que construimos un deseo de otorgar a partir del deseo de recibir. Con el fin de hacer eso, nos conectamos con el grupo por encima del ego renunciando al deseo de recibir, y dándole el uso opuesto; por lo tanto el deseo de recibir trabaja con el fin de otorgar.

El cambio del ego al otorgamiento lo realiza el Creador, yo lo obligarlo a Él a hacerlo por medio de mi trabajo en el grupo, en el entorno, como se nos dice: «Mis hijos me han vencido». Él opera en mí y entonces mi deseo de recibir puede trabajar en el otorgamiento.

En consecuencia, yo trato a los amigos de esta manera y ahora podemos establecer la conexión entre nosotros al construir formas de otorgamiento a partir del espesor del deseo de recibir, lo cual lo convierte en la pureza del deseo de otorgar.

El deseo de recibir se divide en cinco capas de «espesor», desde la fase raíz hasta la fase cuatro, y además existe en él un «embrión espiritual», un punto en el corazón (•) que me evoca constantemente, que me «sacude». Con el fin de llenar el «punto en el corazón», yo entro en el grupo y convoco sobre mí mismo la Luz que Reforma, la Luz Circundante. En primer lugar, ésta realiza «la primera restricción» en mí, según la cual yo no puedo tomar en cuenta mi deseo de recibir. Entonces puedo incluso trabajar con mi deseo de recibir para otorgar, no en espesor sino en pureza, que también se divide en cinco niveles. Por consiguiente yo adquiero cinco Luces: Nefesh, Ruaj, Neshama, Jaya, y Yejida, de abajo hacia arriba NRNHY.

Así pues, mi deseo de otorgar se forma del deseo de recibir que había anteriormente dentro de mí. Este deseo de otorgar es llamado «un recipiente para el alma». ¿Por qué para el alma? Debido a que por encima de este nivel nosotros recibimos regularmente la Luz, utilizando el espesor de la raíz, la primera y segunda fases (NRN), mientras que las Luces de Jaya y Yejida no puede recibir la Luz regularmente y por eso ellas nos alcanzan sólo como una iluminación (HY).

 

Dr. Michael Laitman

 

Así que la vasija del alma es la pureza del deseo de otorgar, y la Luz que lo llena es llamada la Luz de Neshama (alma). En general, es mi alma la que gradualmente voltea todo mi ego hacia su lado, hacia la pureza. Esto significa que el deseo de recibir no desaparece, sino que nosotros solo cambiamos nuestro uso de él.
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De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 6 de Enero del 2013, «Cuerpo y alma»

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