«Vayan y adquieran uno del otro»

Está dicho: «Vayan y adquieran uno del otro» es decir que constantemente intercambiamos, pasamos deseos y llenados del uno al otro, y cada uno le paga al otro y lo llena a él o ella con algo.

Nuestro mundo es un sistema total, integral, global donde es necesario proveerle una cobertura a cada deseo, con la cual «pagamos» por su realización y llenado.

Para que este sistema llegue a su estado final de perfección y armonía donde todos los deseos serán llenados y recibirán una cobertura, cada uno tiene que adquirir una pantalla sobre los deseos que se despliegan en el interior. En otras palabras, cada uno necesita tener una «cobertura», «dinero,» para pagar todas sus necesidades.

No se requiere pagar con dinero. Uno puede pagar con una buena actitud, una sonrisa, servicios mutuos, o labor: «Tú me das algo, y yo te doy algo». No tiene que ser un intercambio tangible de dinero ya que la definición de «dinero» es mucho más amplia que sólo billetes.

El dinero es una paga por el llenado de un deseo, el cual mide su necesidad y su llenado. Después de todo, no sabemos cuán grande es un deseo porque está oculto en nosotros. El llenado viene de Arriba, y tampoco podemos decir nada de este por adelantado. Y sólo por la cantidad del esfuerzo ejercido podemos juzgar el valor de algo, observando como la necesidad y su llenado se reúnen por medio de mi esfuerzo, mi pantalla. Esta es la única manera de llevar a cabo una autoevaluación.

Al final, el «dinero» mide el valor de mi Partzúf espiritual, el valor del hombre. Mientras más grande es su pantalla, su habilidad de enlazar su deseo con la Luz, más grande es una persona. Y mientras más grande sea una persona, más cerca está del Creador, lo cual es definido por su «dinero», es decir, el tamaño de la cobertura, la pantalla.

En nuestro mundo, el dinero se transforma en una cobertura  del egoísmo. No cubrimos nuestro ego con este, sino sólo lo incrementamos y tratamos de llenarlo como es, de forma egoísta. Como resultado, permanecemos vacíos ya que el llenado no puede recibirse y conservarse de manera egoísta. Si el llenado entra sin una pantalla anti-egoísta, más bien a expensas de nuestro «falso» dinero, nuestro egoísmo, este inmediatamente duplica el deseo, y permanecemos el doble de vacíos que antes.

Esto significa que «los justos ganan dos veces, mientras los pecadores pierden dos veces», es decir, este último se siente el doble de vacío. Pero este vacío interno es también su ingreso porque al final lo llevará a la corrección, lo cual es llamado «el camino del sufrimiento«.

Así, nuestro mundo se desarrolla debido a la realización de los deseos egoístas. Al final, nos encontramos en una crisis inevitable, terrible. No es una crisis monetaria; es una crisis del uso egoísta del dinero. Es un proceso gradual, y aun estamos por presenciar todo su alcance en el futuro próximo. Se manifestará paralelo al mal uso del ego propio, la explotación de los otros, y en adelante, todos los vicios del egoísmo se revelarán al mismo tiempo.

(36766 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/1/11, Lección sobre el dinero)

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