¡Llega a ser tu propio Creador!

Pregunta: ¿Qué nos ayudará a mirar al grupo y ser capaces de ver sólo las fortalezas de los amigos y no sus defectos?

Respuesta: El grupo nos sirve como unos anteojos o binoculares, sin los cuales es imposible ver al Creador. Seré capaz de verlo sólo a través del grupo. Es mi vasija espiritual y el instrumento para la revelación del Creador.

Sólo el amor nos ayudará. El amor suprime nuestro ego, y éste comienza a actuar en su forma opuesta: como el deseo de sentir placer para otorgar. Por lo tanto, la actitud de la importancia de los amigos es crucial.

En la vida corporal, cuando una persona se forma una meta egoísta, trabaja en un lugar, se le paga en otro, y adquiere algo en un tercer lugar. Ninguno de esos lugares está conectado. En la espiritualidad, todo está unido en un lugar: El esfuerzo, la recompensa, la meta misma, y el resultado son partes de un todo. Por esto es difícil para nosotros entender la espiritualidad ya que estamos acostumbrados al mundo material donde todo está separado.

Sin embargo, tenemos que entender que el amigo y yo, el Creador y yo, personas que nos son lejanas y cercanas, pequeñas, grandes, e iguales en relación a mí, todas constituyen mi Kli espiritual dentro del cual revelo todo. ¡Incluso a mí mismo! Hasta que este Kli sea revelado, no existiré. No seré yo, sino un engaño total, un trozo de egoísmo con el cual me identifico. Cuando descubrimos lo que implica el alma colectiva o el grupo, entonces dentro de ello nos revelamos a nosotros y todo lo restante.

Y por ahora, sólo tengo el punto de ruptura, restricción, y expansión que existe fuera de la espiritualidad y el Creador. Se nos ha dado una sensación de estar fuera de la auténtica realidad, en algún mundo imaginario en nuestros sueños. Mientras estoy en este sueño, si me las arreglo para construir la auténtica realidad que incluye la sociedad, el Creador, y mi auténtico yo, entonces seré capaz de entrar en esta. Mientras tanto, sólo estoy imaginando mi vida.

Toda esta futura realidad es el grupo que necesito construir. Soy yo quien construye mi mundo espiritual, mi alma. De hecho, es mi alma lo que estoy formando con esta realidad engañosa e ilusoria, de este estado inconsciente en que he estado sumergido, con el propósito de hacerme mi propio Creador. Al hacer eso, yo, el grupo, y el Creador nos unimos, y alcanzamos absoluta unidad y adhesión.

(De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 15 de agosto 2010 sobre el artículo, El asunto sobre la importancia de los amigos.)

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