El deseo del que necesitamos elevarnos por encima es tan grande como la Luz que lo creó en términos de volumen, profundidad, energía, y poder. No somos capaces de corregirlo solos. Por esta razón, el Creador lo dividió en múltiples partes de manera que cada uno de nosotros tenga una oportunidad de corregir nuestra parte individual en este inmenso deseo. Como resultado final, todas las partes se juntan.
Al mismo tiempo, la Cabalá relata que fuimos separados para aprender a elevarnos sobre nuestro odio (separación) y amarnos unos a otros de manera que aprendamos el amar al Creador de la misma manera. Es decir, el propósito de nuestra división en almas individuales es elevar en nosotros una actitud nueva, preocupada por los otros, no el hacer nuestro trabajo con la voluntad de recibir más fácil.
Ambas estimaciones son correctas. El propósito de nuestra separación es dual. Debemos alcanzar el amor por otros antes de alcanzar el amor por el Creador, como está escrito, «Del amor de otros al amor del Creador,» y la división en múltiples partes hace nuestro trabajo hacia la corrección del ego más fácil.
En realidad, el Creador pudo haber creado dos Adam en lugar de uno para que aprendieran como relacionarse uno con el otro. Hemos escuchado que la «mínima cantidad es dos», así que dos hubieran sido suficientes para aprender cómo dar un paso fuera de uno mismo hacia otro. Aun así, el Creador dividió el deseo colectivo en la multitud de almas de la humanidad de acuerdo a la densidad de masa del egoísmo de manera que cada uno de nosotros pueda corregir esta parte individual del ego colectivo, restringirlo, elevarse por encima de este, y usarlo para otorgar a otros.
Por lo tanto, nuestro trabajo en corregir este ego masivo está dividido en múltiples partes pertinentes al número de almas (o personas) en nuestro mundo. Así, la población del mundo decrece o crece para corresponder a la densidad de egoísmo en este mundo en cualquier momento dado.
Aparte del hecho de que este trabajo está dividido entre muchas personas viviendo hoy, gradualmente es completado por cada uno de nosotros con cada retorno a (reencarnación en) este mundo. Cada vez, corregimos nuestro ego en pequeñas porciones, día con día, durante nuestra vida entera y múltiples encarnaciones.
(Lección 1 del Mega Congreso, el 23 de Julio 2010.)
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