Aquel que no pide para sí mismo recibe dos veces

thumbs_laitman_571_02La espiritualidad comienza a partir de restricción. Restricción significa que la persona no pide nada para sí misma. Su deseo se cierra ante su propio placer y ella lo usa sólo a fin de otorgar. Si puede dar, ella lo usa, y si no puede, entonces no lo usa. Es como si hubiera un interruptor en ella, un disparador que funciona sólo en una dirección.

Es como un computador que puede estar en un estado de 0 ó de 1 y nada más que eso. Si no hay nadie a quien ella pueda otorgarle, es un estado de 0, y si hay alguien a quien otorgarle, es 1. Esto significa que yo mismo me abro, acepto las deficiencias de los demás, y se las transmito al Creador. Así es como trabaja Maljut, que quiere parecerse a Bina. Ésta restringe su propio deseo, y lo bloquea para el uso en beneficio propio, pero gracias a eso, ésta puede sentir las deficiencias de los demás. Esto es llamado «convertir el deseo de ustedes en Su deseo», pero con respecto a los seres creados.

Al adquirir los deseos de los demás, yo se los transmito el Creador como una oración, MAN, y obtengo respuesta de acuerdo a la regla: «El primogénito recibe doble», para él y para el inferior. Yo no necesito nada para mí, pero yo recibo doble, dado que mi deseo ha cambiado y ahora yo incluyo en él la deficiencia del otro. Por lo tanto yo lleno ambos deseos.

¡Lleno mi deseo de otorgar y no el deseo de recibir! Cuando yo le transmito a los demás el deseo de otorgar, primero le transmito la Luz que Reforma, y luego lo incorporo dentro de mí, es decir que yo lo añado a mí mismo como el AHP del superior. Cuando él esté listo para anularse ante mí, yo le transmito a él la fuerza que le permite construir su propia vasija y recibir por sí mismo el llenado.

Resulta que nuestro trabajo con el público se divide en muchas fases. En primer lugar tenemos que trabajar entre nosotros a fin de adquirir el deseo de otorgarle al público. Éste no debe ser un deseo de otorgar en aras del placer para sí mismo, sino a fin de otorgar verdaderamente. Yo trabajo con mi deseo de recibir sólo con el fin de otorgar.

Así despertamos nosotros al público, y ellos se impresionan por el hecho de poder llenar sus deseos egoístas. Pero gracias a la conexión con nosotros y a la incorporación mutua, ellos reciben la fuerza de la corrección y corrigen sus deseos. Entonces nosotros podemos elevar una oración doble, MAN, y recibir una doble respuesta: para nosotros y para aquellos por quienes pedimos, y así llenamos nuestras vasijas colectivas de recepción.
(115218)
De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 8/21/13

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