Los cabalistas quieren hablarnos sobre el desarrollo del sistema en el cual existimos de tal manera que hoy, en este punto de inflexión, entendamos que hacer. Mediante el estudio de este sistema, ellos se familiarizaron con el desarrollo a largo plazo en los mundos superiores, con un largo proceso de preparación con rupturas y correcciones, y con el establecimiento de diversos mecanismos, estableciendo las cualidades de la futura criatura dentro de nosotros.
Cuando esta incipiente criatura tuvo que sentirse ella misma en el punto central de la creación, nuestra materia comenzó a desarrollarse. Baal HaSulam nos dice cómo esta materia apareció luego del Big Bang y formó el universo. Durante el desarrollo de la Tierra, las alternancias del calentamiento y enfriamiento de su caparazón ocurrieron por millones de años hasta que la materia encontró su lugar definitivo, distribuida de acuerdo a los estados físicos gaseoso, líquido, sólido y plasma.
Entonces, las condiciones ocurrieron por el surgimiento de la vida biológica en la capa que rodea el vientre de fuego de la Tierra. Pasaron millones de años de desarrollo, incluyendo decenas de miles de años para la formación del hombre contemporáneo. Dividimos este tiempo en varios segmentos, pero en principio, estamos hablando del desarrollo del deseo por placer. Por lo tanto, nos han precedido diferentes etapas de desarrollo: astrofísica (formación del universo), geológica (formación de la Tierra), evolutiva (formación de la flora y fauna), e histórica (formación de la humanidad).
En general, el deseo de recibir evolucionó de tal manera que fue creciendo con las sucesivas generaciones. Hasta ahora, hemos llevado a cabo sus mandatos y no teníamos libertad de elección en nada. Nos sentíamos libres sólo porque no tuvimos la fuerza de resistencia a nuestro deseo y actuábamos de acuerdo con el deseo único de una fuerza egoísta.
Llevados por esta fuerza, obedecimos plenamente y con toda disposición a su voluntad. Era como un amo que tiene poder absoluto sobre nosotros, un poder tan inmutable que hemos seguido sus ordenes alegremente. No tuvimos ninguna objeción. Cualquier cosa que ordenara el amo, nos apresurábamos a complacerla. Por otra parte, yo nunca pude diferenciarlo entre todos nosotros, de tal forma estaba fusionado con este poder.
Sin embargo, está comenzando a revelarse en nosotros hoy una fuerza más, y esa es la razón por la que nos hemos encontrado con un gran problema. No podemos convivir con las dos fuerzas. Ellas son opuestas una a la otra, y nosotros estamos parados delante de ellas, sorprendidos por lo que está sucediendo. Hemos perdido aparentemente, el control, dejamos de comprender, y nos encontramos en una situación desesperada.
Un nuevo sistema se nos está revelando en el cual operan la fuerza de otorgamiento y la fuerza de recepción. La fuerza de otorgamiento muestra mas y mas poder, mientras que nos habíamos acostumbrados al uso de la fuerza de recepción, en cumplimiento con nuestra con naturaleza. La fuerza de otorgamiento no gobierna en nosotros, sino entre nosotros, en nuestro entorno, y debemos estar de su lado, unirnos, fundirnos con ella, y aprender a trabajar con ella. Todo esto es nuevo para nosotros, y es por eso que estamos en crisis.
Precisamente en este período, como predijeron los cabalistas, la ciencia de la Cabalá está siendo revelada para que nos explique cómo existir a partir de ahora. Es por eso que Baal HaSulam dice que en primer lugar, tenemos que empezar a estudiar. Sin el estudio, es mejor no hacer nada en absoluto.
Todos nuestros métodos provienen del sistema antiguo, obsoleto, y sólo causan daño, porque las nuevas leyes ya han entrado en vigor. Esto ha ocurrido tanto a nivel mundial, como a nivel personal, en el mundo y en la vida de cada persona.
Por lo tanto, empecemos a estudiar para entender la situación en la que nos encontramos, dentro de la red en la que nos encontramos atrapados. Al conocer el estado de las cosas, entenderemos la naturaleza de los problemas, y luego encontraremos la solución adecuada.
(55368 – De la 5º parte de la lección diaria de Cabalá del22 de Septiembre del 2011, «La Nación»)
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