Cómo «tejer» a un ser creado

Incluso para existir en la corporalidad nosotros necesitamos la Luz: una ligera iluminación (Kista de Hayuta) la más mínima chispa de la Luz que se rompió completamente desde la espiritualidad como resultado del Big Bang y creó toda la materia en nuestro mundo, que en realidad es imaginaria y existe solamente en nuestra percepción. Pero eso fue sólo el comienzo y el resto de nuestra evolución está en la construcción de la materia real, es decir del deseo. La materia que nosotros vemos en frente de nosotros es efímera e inexistente. Los físicos también descubrieron últimamente que la materia de este mundo no existe, que no son partículas, sino fuerzas del campo energético, que aparecen como partículas que las mueven.

Para descubrir la materia real, el gran deseo de recibir en todas sus modalidades, nosotros necesitamos la Luz que la creó, que la hizo, que engendró todas estas formas de materia en cuatro fases de HaVaYaH (Yud, Key, Vav, Key) o en los mundos de Atzilut, Beria, Yetzira y Assiya que provienen del mundo de Adam Kadmon. Esto se llama «la mitad inferior de Keter» mientras que el mundo del Infinito es «la mitad superior de Keter«.

Nosotros comenzamos a avanzar en la espiritualidad si recibimos la Luz de Arriba que desarrolla la material. Con el fin de acelerar el desarrollo de nuestra materia, el deseo de recibir, a nosotros se nos dio la sabiduría de la Cabalá que puede ayudarnos a ejecutar conscientemente diferentes acciones en lugar de esperar muchos estados de nuestro desarrollo para seguir, y solamente después comenzar a entender lo que está pasando. Incluso entonces no lo entenderemos hasta el final. ¿La persona al final de su vida entiende mucho sobre todo lo que ha atravesado? Después de todo, ella no entiende las razones de los diferentes eventos, la conexión entre ellos, o la profundidad de la creación. Nada se le revela a ella, y su vida sólo transcurre.

Nosotros, sin embargo podemos avanzar en la vida poniéndonos en marcha nosotros mismos, cuando entendemos lo que ya está sucediéndonos, de modo que podamos comprobar y cambiarnos a nosotros mismos y juntar las partes de esta creación. Entonces seremos capaces de ver y de estudiar cómo poner las cosas juntas en diferentes maneras que podamos obtener resultados diferentes y por eso aprendemos. Nosotros adquirimos el conocimiento del mundo espiritual superior en la mente (Daat) de nuestro Partzuf, el cual nos es revelado poco a poco. Esto se llama «la Luz de Jassadim en la iluminación de Jojma«. Por lo tanto, de abajo hacia arriba nosotros comenzamos a alcanzarlo y por eso comenzamos a ser científicos reales que componen la creación de todas estas partículas.

¿Dónde podemos nosotros obtener la mente, el sentimiento, los discernimientos y las intenciones de tal forma que llevemos esto a cabo? De la simple Luz superior que desciende sobre nosotros. Entonces nosotros comenzaremos a desarrollarnos. No sabemos lo que nos falta, en qué direcciones nuestra mente y sentimientos deberían expandirse y de qué modo nuestro cerebro y nuestro corazón deberían cooperar para «tejer» la vasija adecuada para nosotros.

Esperemos que por la lectura del «Zóhar» seamos capaces de atraer esta Luz general, y que esta prepare por nosotros la comprensión y el sentimiento, por medio de lo cual eventualmente podremos participar en la creación de las vasijas. Se dice que «el Creador crea los mundos y los destruye, y los justos corrigen estos mundos» trabajando con Él como socios.

(72352 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 11 de marzo del 2012, El Zóhar)

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