Durante el taller, nosotros les pasamos a las personas únicamente la información, y un poco de sensibilidad, y absorbemos sus problemas y quejas, pero no en su verdadera forma, sólo en una forma abstracta. Todos se quejan por lo que les falta: un coche, dinero, educación o bienestar en la familia, y nosotros absorbemos todo este descontento porque este estado permite que esto sea corregido de manera tal que deje que el Creador se revele y se complazca en ello.
Nosotros salimos a cazar los deseos insatisfechos a fin de traerlos a nuestro grupo, y a través del grupo pedirle a la fuerza superior, al Creador, su corrección. Con esto queremos darle contento al Creador. Porque Su placer se revela en los deseos más bajos y distantes, en el más grande obstinado que no cree en la posibilidad de conexión.
Servimos como un tubo conectándolo a él con el Creador, y nosotros disfrutamos esto como un pescador que tuvo una gran captura, que sacó toda una red llena de peces que tratan de saltar afuera de ella, y él la arrastra hacia el grupo. Traemos de vuelta estos deseos insatisfechos, sin importar cuales sean estos sufrimientos en su forma más pura.
Las personas sufren, lloran como niños que se sienten mal, cada una por sus propias necesidades. Sin embargo, nosotros entendemos que ellas necesitan la Luz Superior, la revelación del Creador. Nada más les ayudará. Todos sus problemas se deben al hecho de que el Creador está oculto y toda la felicidad está sólo en Su revelación. Él se revelará no sólo como un placer egoísta, sino en las propiedades de otorgamiento y amor de ellos, de la cuales obtendrán llenado. ¡Ellas nunca obtendrán un llenado egoísta!
Nosotros servimos como un conductor para este propósito. Esta es nuestra misión. Entendemos por qué están gritando las personas, como la madre que entiende a su hijo, y queremos darles lo que les beneficiará. Transformamos su oración en MAN y lo elevamos al superior, porque sabemos que sólo el Creador puede ayudarlos. La ayuda no es satisfacer los deseos por los que ellos están pidiendo.
Ser un canal de transición significa estar conectado con las personas en su punto más bajo y con el Creador en su punto más alto. Dentro de mí, entre estos dos puntos, hay un mecanismo para absorber y transformar los deseos de las personas. Yo me identifico con ellos con todo mi corazón y alma, lloro sinceramente con ellos. Sin embargo, al mismo tiempo, me ocupo de sus quejas, transfiriéndolas al Creador, aparte de quien no existe nadie más. Es decir, dentro de mí hay un enorme mecanismo, todos los mundos, toda la HaVaYaH.
Yo proceso los deseos de las otras personas y, por un lado, simpatizo con mucho con ellas. Por otro lado, le agradezco al Creador que hizo todo esto, porque debido a este descontento, ellos tienen la necesidad de revelar al Creador con mi ayuda. Yo proceso sus peticiones por medio de mi Galgalta ve Eynaim al añadirles a estas mis propiedades de otorgamiento. Esto significa que trabajo para ellos desinteresadamente, dándoles mis vasijas. Yo existo sólo para eso y no trato de obtener placer para mí.
De esta forma, alcanzo el contacto con el Creador y trabajo como mediador entre ambos, y esta es la misión de Israel, como está escrito, «Israel, la Torá, y el Creador son uno».
(117596)
De la 3º parte de la Lección diaria de Cabalá del 9/24/13, El estudio de las diez Sefirot
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