Construyendo con el Lego de los fragmentos del alma

Pregunta: Nuestro objetivo es la adhesión con el Creador, esta es la máxima prioridad para todos nosotros. De acuerdo con la ley de equivalencia de forma, el objetivo en sí ya nos une. Pero vemos que esto no es suficiente para avanzar, y que debemos hacer mayores esfuerzos en la conexión. ¿Son estos esfuerzos el único medio que tenemos para avanzar hacia la meta, o hay otros medios?

Respuesta: En primer lugar, el final de la acción está en el pensamiento inicial. El resultado final es la adhesión con el Creador. Esto significa que tenemos que estar en equivalencia de forma con Él, porque la adhesión sólo se consigue de acuerdo con la equivalencia de forma.

Equivalencia de forma significa ser como Él. Como Él es el otorgamiento puro. Eso significa que tengo que pasar por las fases de la corrección en las que avanzo gradualmente hacia el estado de «como Él». Para Él, es 100% otorgamiento y para mí se expresa en la recepción con el fin de otorgar, que es el más alto nivel. Por debajo de ello lo que hay es otorgar con el fin de otorgar. Pero ahora, yo estoy aún más abajo, en el otorgamiento a fin de recibir e incluso en el nivel de recibir para recibir.

En mi nivel actual, en lugar de descubrir la unidad, la conexión, el sistema único de las almas llamado «Adam«, en el que siento al Creador y todo Su otorgamiento, la totalidad de Su apariencia, descubro un mundo destrozado, confundido, y destruido. Pero debo entender que se me dio como un Lego para construir, como un rompecabezas para armar. Después de todo, «Uno ve a través de sus propios defectos»: veo ante mí este mundo roto, porque yo estoy roto, y por eso me parece que el mundo está roto.

Así que tengo que ver todo lo que hay delante de mí como una copia de mi sistema interno, de mi sentimiento y mente, según la medida en la que estoy roto, veo este mundo roto, en vez de ver en él sólo el sistema superior divino que opera y existe en él.

Esto significa que todo nuestro trabajo debe estar dirigido desde adentro hacia afuera porque todo lo que parece existir en el exterior es la huella de mis atributos internos. Yo necesito corregirme, y entonces el mundo será corregido. No es como dicen los «reformadores del mundo» que nosotros debemos llevar a cabo tal o cual reforma. No hay nada que hacer en el mundo, excepto difundir el método de corrección y educación integral.

En realidad, cuando yo hago difusión y trato con la educación, también me ocupo de las partes de mi alma, que en este momento siento como si estuvieran separadas de mí. Por lo tanto, debe cuidar de ellas de esta manera, como si estuvieran en el exterior, y yo debiera llevarles el conocimiento y el método de educación. Pero entonces, descubro que todos son como mi grupo, partes inseparables del sistema único, unificado, junto conmigo.

Por lo tanto, debemos tratar de ver internamente al mundo entero. Después de todo, todo es uno, una totalidad, no hay algo así como este mundo y el mundo espiritual, sino más bien un sistema que, mientras tanto, me parece que esta desordenado. Entonces, ¿qué debo hacer con el fin de verlo como una vasija? Hacia esto están dirigidas nuestras acciones. Si acercamos nuestros planes de trabajo de esta manera, nuestra difusión, nuestro trabajo interno, y las diferentes conexiones entre nosotros, tendremos éxito.

(70997 – De la lección diaria de Cabalá del 26 de Febrero del 2012, «El propósito de la sociedad»)

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