De la Sensación A La Razón, Del Placer A la Verdad

El mundo está gobernado por una fuerza de otorgamiento. Esta fuerza es llamada el Creador puesto que Él creó la cualidad opuesta a Sí mismo, el deseo de disfrutar, con el fin de elevarlo a Su nivel. De esta manera, este deseo puede llevarse a sí mismo a la perfección.

Es por ello que todo nuestro trabajo consiste en alcanzar el atributo de otorgamiento. Sin embargo, nosotros no desaparecemos en eso, sino que cambiamos la forma de nuestro deseo, el material inicial, lo llevamos al otorgamiento. Este continúa actuando con su fuerza y poder feroces, con los que antes acostumbraba pensar sólo en sí mismo y se revela como un sistema egoísta, sucio, opuesto al otorgamiento, pero ahora este deseo se corrige a sí mismo y corrige la forma de su acción. Ahora, en vez de recibir, desea otorgar.

Este cambio se produce debido a la Luz que Reforma. Sin embargo, hasta que ocurre un cambio tal dentro del deseo de disfrutar, éste no entiende en absoluto de qué se habla aquí, puesto que está completamente situado en cualidades egoístas, es decir, en pensamientos y deseos de uno mismo.

El cambio que atraviesa es realmente un nuevo nacimiento, algo similar a la forma en la que se desarrolla algo a partir de una gota de semen en la que no hay nada aparte de la información interna acerca de una futura persona, y al final, esta se convierte en una personalidad independiente que piensa, entiende, siente y responde por sus actos. ¿De dónde viene todo esto? ¿Simplemente del vacío? Sin embargo, en la misma forma, ocurre nuestro nacimiento espiritual.

Este proceso es incomprensible para nosotros y está oculto de nosotros. Hasta que no experimentemos cambios serios, no enteremos completamente cómo está realizándose todo eso en la materia, cómo trabaja la Luz, cómo cambia ella nuestras cualidades, y que nos queda de cada uno de los niveles que hemos ascendido.

El hombre se confunde y no entiende dónde está él realmente. Se nos dice que el Creador es el primero, y que también Él es el último. Así que, ¿dónde está el ser humano en todo esto? ¿Puede ser que esté al menos en el medio? Hay un estado inicial del mundo del Infinito, y hay un estado final, el camino de vuelta hasta el Infinito, y nosotros estamos en el camino, en algún punto intermedio entre el primero y el último.

Además, ¿qué podemos agregar que provenga de nosotros mismos a las acciones del Creador, con quien todo comienza y termina? Sólo podemos acelerar nuestro desarrollo para demostrar que queremos avanzar para ser similares al Creador y para no ser empujados desde atrás por el sufrimiento.

El Creador ha creado un deseo de disfrutar dentro de mí que siente el bien y el mal en relación a sí mismo, y, ahora, ¡con la ayuda de estas buenas y malas sensaciones, Él puede controlarme! Sin embargo, si yo estoy controlado sólo por mis sensaciones agradables y desagradables, entonces estoy actuando como un animal. Si quiero seguir adelante con esa misma meta por medio de mis propios esfuerzos, entonces necesito sentir su importancia, recibir la fuerza del desarrollo actuando en contra de mi naturaleza.

Yo debo elevarme por encima de la percepción egoísta de bueno y malo hacia la percepción de verdad y mentira, y considerarlas como si fueran bueno y malo. Estas fuerzas deben tirar de mí hacia adelante, después de haber sustituido el placer y el sufrimiento con ellas mismas, por medio de los cuales he sido empujado desde atrás. Esto se denomina el nivel de un humano, no de un animal.

Eso es posible lograrlo sólo por medio de un entorno que infunda en mí tales valores, tal importancia de la verdad y la falsedad que me proporcionen la fuerza necesaria para mi desarrollo. Sin embargo, para que eso suceda, yo tengo que escuchar a mi entorno, es decir que todo mi trabajo en el alcance del Creador y en el logro de la meta de la creación, en elevar la sensación natural del bien y del mal hacia la razón, desde el nivel animal hacia el nivel humano, desde la percepción del placer y el sufrimiento hacia la percepción de la verdad y la falsedad, todo esto es el trabajo con el entorno.

Mi meta es encontrar un entorno que tenga estas metas y valores, y sentirme impresionado por él. Gracias a este, yo recibiré la fuerza para desarrollarme como un ser humano y no como un animal, puesto que un animal se mueve sólo porque ve un saco de grano frente a él, o si recibe golpes desde atrás. Sin embargo, un ser humano considera que el placer y el sufrimiento son la aproximación y el alejamiento de la cualidad de otorgamiento, la verdad y la falsedad.
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De la Lección Diaria de Cabalá del 27 de Julio del 2012, Shamati # 13, «La Plegaria Dieciocho»

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