Desintegración y renacimiento

Dr. Michael LaitmanBaal HaSulam, «Introducción al Libro del Zóhar», ítem 14: Incluso las almas de los justos no será capaces de regocijarse en el Jardín del Edén, después de su fallecimiento, sino sólo después de que sus cuerpos se pudran en el polvo.

El cuerpo es el deseo de recibir y éste debe desintegrarse y perder su forma actual. Hoy en día es totalmente corrupto por la intención egoísta a fin de recibir, así que tiene que morir para deshacerse de la forma de con el fin de recibir, podrirse, y desintegrarse.

Hasta ahora, la mantuvo unida la cruel atracción hacia los placeres, el deseo de disfrutar cuanto más posible. El cuerpo está hecho de muchos deseos de recibir que juntos conforman una «pandilla» fuertemente conectada en un solo cuerpo y totalmente única con el fin de recibir. Esta aspira a vencer al Creador, a usarlo a Él hasta el final y a beneficiarse de Él tanto como sea posible.

Por lo tanto, este cuerpo corrupto tiene que morir y determinar que este estado es la muerte, pero esto tampoco es suficiente. Tiene a podrirse de tal forma que todas las partes de la «pandilla» se desintegren, se separen y se pudran en la tierra. Esta es la corrección fundamental, la desintegración del cuerpo en partes separadas, en pequeños granos del deseo previo que deben estar totalmente sin vida y vacías. Ellas alcanzan un estado de polvo, es decir que ya no queda nada de su forma corrupta anterior.

Así, el deseo desciende a través de los mundos de ABYA de impureza a lo largo de la línea de izquierda al nivel cero, completa la desintegración, y entonces empieza a asumir la forma de los mundos de ABYA de santidad, lo cual significa la intención a fin de otorgar. Ahora todas las partes se conectan con el fin de otorgarles a los demás y no para recibir. Este ya es el tiempo de la corrección.

Entonces el cuerpo tiene que morir y estar totalmente desconectado de la inclinación del fin de recibir, es decir restringirse a sí mismo de a fin de recibir y luego podrirse en pequeñas partículas de polvo, que es el último nivel después de fuego, agua, y viento, podrirse por completo, y entonces recogerse y juntar nuevamente estas partículas, pero con la intención a fin de otorgar.

¿Dónde puede él encontrar esta intención? En la Luz Superior, el Creador les muestra Su forma si ustedes quieren parecerse a Él. Como invitados, todo lo que deben hacer es pedir, y el anfitrión hará lo que sea necesario. Él no les impondrá Su otorgamiento, Él tendrá consideración de su estado y cada vez agregará un poco de Su forma, y de esta manera ustedes adquirirán Su forma y al mismo tiempo recibirán el llenado. Pero éste será Su llenado ahora y no el llenado que tenían antes. Ustedes sentirán lo que siente el Creador. Esto es lo que Él quiere que sientan; a esto le llamamos hacer el bien a Sus seres creados.

Pero ustedes deben tener incorporadas estas dos partes opuestas, el menos (-) y el más (+). De lo contrario, no serán seres creados reales. Para existir de manera independiente deben tener algo que el Creador no tiene, y al mismo tiempo ser como Él. Es como si el Creador mismo se duplicara, pero este duplicado tiene que ser independiente, ya que su forma interna es a fin de recibir, pero la intención de a fin de otorgar se inviste en su lado externo. Aunque esto puede parecer muy simple, en realidad se trata de una invención ingeniosa.
(124747)
De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 01/03/14, Escritos de Baal HaSulam

Material Relacionado:
Vida en el otorgamiento, muerte en la recepción
Arcilla agradecida en las buenas manos del escultor
Las sutilezas de recibir con el fin de otorgar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *