Destronando al rey en compañía de los ladrones

Dr. Michael LaitmanLas chispas son la parte más importante y nuestra corrección depende de ellas. La Luz Directa está investida en la Luz Retornante; existen una Luz y una vasija que se vuelven un todo y se complementan entre sí. Esto se debe a que éstas dependen totalmente en la misma medida la una de la otra.

La Luz Retornante que ha llevado a la revelación de la Luz Directa desaparece y se vuelve una densa Luz defectuosa, y por lo tanto es llamada una «chispa». Ésta solía ser la Luz Retornante más importante de la cual dependía la revelación del Creador, pero ahora es como un rey que ha sido destronado, el cual es un estado feo y terrible, y es una condición crítica de humillación.

Es la Luz Directa la que no tiene el poder para ser la Luz que Retorna, la Luz de amor y misericordia. Ahora es posible usarla para diferentes propósitos: si quieres engañar a alguien, puedes fingir que estás interesado en él y usarlo a tu favor. Usas la Luz que Retorna con el fin de otorgar, pero tu otorgamiento es falso, y por lo tanto esto produce una ruptura aún mayor, un fraude más grande, los más grandes crímenes, y todo mediante la Luz que Retorna que ha perdido su poder de amar que la habilita para ser Luz que Retorna.

Tras la ruptura, la Santidad le ayuda a la cáscara  y comienza servirla. Mi deseo de recibir usa mi comprensión del otorgamiento con el fin de obtener muy astutamente una ventaja egoísta mayor. Toda la sabiduría humana y avance ahora sostienen al deseo egoísta.

Tan pronto como la Luz Directa y la Luz que Retorna se invistieron una en la otra, se complementaron entre sí, pero cuando son separadas, la Luz que Retorna se vuelve densa y permanece rota y se queda abajo. Pero si la redirigimos correctamente, ésta será capaz de proporcionarnos una impresión de la Luz con la que se corresponde en la espiritualidad y con la que alguna vez solía cooperar. Si tratamos de permanecer en la Luz que Retorna, ésta comienza a moldear en nosotros las vasijas que se corresponden con la Luz Directa, nuevos atributos, definiciones, y comprensiones con respecto a las cuales la Luz puede corresponderse cuando esté investida en ella.

Así trabajamos con las chispas, con las Reshimot (genes espirituales) de la Luz que Retorna. No simplemente anhelamos alguna forma abstracta de otorgamiento, sino que más bien reconocemos las chispas de otorgamiento, las Reshimot, comenzamos a entender qué Luz debe aparecer ante nosotros, y llegamos a conocerla de acuerdo a los atributos que son opuestos a ella. En el ocultamiento nosotros comenzamos a identificar gradualmente al Creador. La oscuridad misma nos revela la luz del día.
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De la 3° parte de la Lección diaria de Cabalá del 5/27/13, Talmud Eser Sefirot

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