Diez milagros para la nación de Israel

Dr. Michael LaitmanMidrash Sefer «BeShalach»: Cuando los hijos de Israel cruzaron el Mar Rojo el Creador realizó diez milagros diferentes para ellos.

  1. El descenso del agua hacia los lados.

El primer milagro es la descenso del agua a los lados, cuando los obstáculos que la nación de Israel enfrentó en su camino hacia el logro espiritual, se dividieron en líneas izquierda y derecha.

Cruzar el agua que se apartó a los lados, significa caminar a lo largo de la línea media, que en realidad no existe, ya que es la misma persona quien la estabiliza, con la combinación adecuada de las líneas derecha e izquierda.

Lo que es más, las líneas derecha e izquierda tampoco existen. Sólo hay una gran porción de deseo frente a ti y tú mismo tienes que dividirla, con tus propios atributos. Puedo trabajar con esto por el bien del Creador (línea derecha), pero no puedo trabajar con los otros atributos (línea izquierda). Y pasas en medio, usando ambas líneas. Esa acción se llama la descenso del agua hacia los lados.

  1. Una refugio cubierto, que se asemeja a un techo, fue creado encima de las cabezas de los judíos.

Un techo simboliza la Luz que Rodea.

  1. El agua se dividió en doce pasajes separados (uno por cada tribu).

Cada propiedad de la persona ve el paso entre la línea derecha y la izquierda de manera diferente y en una perspectiva totalmente diferente, a través de su ego, de acuerdo con sus propios poderes. Esto se refiere a los atributos internos de una persona que entra en el mundo espiritual y nacen en él.

  1. El suelo bajo los pies de los hijos de Israel estaba completamente seco.

Pasar a tierra firme significa distinguir entre el atributo de recepción y el de otorgamiento.

  1. El suelo bajo los pies de los egipcios parecía mortero. Esta fue la venganza, ojo por ojo, dirigido a los egipcios que esclavizaron a los judíos y los obligaron a producir mortero.

Los egipcios no podían distinguir entre la tierra y el agua superior, atributos de recepción y de otorgamiento, por lo tanto se hundieron y quedaron atorados en el barro.

  1. El agua se convirtió en sólida, como piedra e, hirió a los egipcios que perseguían a los hijos de Israel.

Se refiere a las fuerzas de Guevurot (atributos de Dinim). Por lo tanto el agua que debe ser suave y una fuente de vida se convierte en lo opuesto, una fuerza rígida, con respecto a los egipcios (atributos egoístas separados).

  1. El agua que se hizo sólida, formó una pared que fue decorada con mosaico.

Todos los atributos egoístas sin resolver, subconscientes y sin corregir, dentro de una persona, están conectados a los atributos altruistas, pero todavía no están aclarados ni clasificados. Son un tipo de nudos de cuerdas bajo los pies, que pone obstáculos afilados sobre los que no puede cruzar. Todo este mosaico está en el interior de la persona.

  1. Las paredes que fueron creadas por el agua que se solidificó, eran transparentes, lo que permitió a cada tribu ver a las otras tribus avanzar (eso les dio una sensación de confianza y seguridad).

«Las paredes que fueron creados por que el agua que se solidificó, eran transparentes», significa que los atributos pueden verse unos a otros, ya que avanzan juntos.

Gracias a su conexión, los diferentes atributos se consideran un todo. Esto significa que están conectados y, al mismo tiempo, separados.

Cada tribu tiene su propia tarea, por lo tanto, a pesar del movimiento común, avanzan por su cuenta. Pero, de una manera u otra, el movimiento hace que todo, en el sistema, desaparezca y se convierta en un todo que se hace de las doce tribus.

Así, el movimiento es común, pero cada tribu tiene su propia forma. No es por casualidad que estuviera prohibido casarse entre las tribus, ya que así, se rompen la prohibición y los atributos. Cada uno puede ser corregido por sí mismo.

Es sólo, hasta después de la destrucción del Templo, que el matrimonio entre tribus fue permitido, ya que fue la caída del nivel espiritual.

  1. Si un judío sintió sed al cruzar el Mar Rojo, era suficiente estirar el brazo y la pared se derretiría, eso le aportaría maravillosa agua pura.

Todos pudieron crecer infinitamente fuertes con la Luz de Hassadim (Misericordia). Todo lo que tenían que hacer era extender su mano. Una mano es el deseo de recibir y todo depende de la intención con la que una persona satisface este deseo.

La falta del atributo de Hassadim, que la persona quiere añadirse a sí misma, se siente como sed, «Quiero un mayor atributo de otorgamiento. Lo necesito como la vida, como el agua».

Es más, no se trata de agua salada, ya que tomamos toda la Guevurot de ella, todas las inclinaciones al mal. Si se avanza con la intención correcta, el agua salada se convierte en agua pura y no hay nada adicionado dentro de ella.

  1. En el momento en el que el judío sacia su sed, la pared se solidifica de nuevo.

Por su oración, aparentemente, una persona derrite la pared del agua congelada, ya que sin eso, volvería a convertirse en el atributo superior, la fuerza superior.

Es interesante comparar los diez milagros con las diez plagas de Egipto, ambos simbolizan la misma acción, pero en diferente nivel. Todo depende del deseo por el que se pretende: un deseo sin preparación, sin un Masach (pantalla), sin el anhelo de avanzar en dirección de otorgamiento, lo que tipifica al faraón y a los egipcios, o lo contrario, el deseo de otorgar. La misma acción desde Arriba, invoca diferentes resultados.
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De KabTV «Secretos del Libro Eterna» 30/04/14

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