Dos estados

Dr. Michael LaitmanPregunta: Es muy importante que nosotros transformemos los estados internos rápidamente. El estado número uno es: «No existe nadie más aparte de Él». ¿Y cuál es el segundo estado? Debe haber al menos dos, si hay un cambio de estados.

Respuesta: En contraste con el estado de «No existe nadie más aparte de Él», su opuesto es mi ego. ¿Qué más puede haber?

Ustedes son como Moisés que se encontraba entre el Creador y el Faraón y ambos fueron afectados por esto. El Creador le dijo: «Ve a Faraón». Y él, el pobre hombre, es incapaz de decidir, «¿A dónde voy? ¿Hacia dónde me lleva esta serpiente gigantesca? «El Creador empuja intencionalmente a Moshe hacia el ego, porque sólo cuando ustedes se enfrentas a él necesitan al Creador. Esto significa que el Creador nos empuja a un abismo para que estemos atrapados allí. Todo esto es el trabajo en el exilio de la espiritualidad, puesto que estamos separados de la unicidad del Creador.

El estado de «No existe nadie más aparte de Él» no es la felicidad, sino una inmensa tensión, a fin de no caer y abrir aún más este estado, en el momento que ustedes lo dejan a Él, ¡eso es! Él desaparece.

Por lo tanto, yo les deseo que solo estén en un estado así todo el tiempo. No hay necesidad de un segundo estado, porque ustedes ven que es contrario al primero, todo está desconectado dentro de él, no ven que nada ni nadie maneja nuestro mundo, entonces comienzan a inventar algo por sí mismos.

Con el fin de descubrir «No existe nadie más aparte de Él», es necesario utilizar el principio: «Si yo no me tengo a mí, entonces a quién».

Pregunta: En realidad nosotros atravesamos una multitud de diversos estados…

Respuesta: No existe una multitud de estados. Solo estamos el Creador o yo. ¡No hay otros estados! ¿Quién establece el estado? O yo entiendo, veo con claridad, y siento claramente en cada una de mis células que todo lo que hay a mi alrededor es el Creador o pienso que todo depende de mí y de algunas otras fuentes. ¡Uno de los dos! No puede haber tres. O se trata del ego o del Creador.

Pregunta: ¿Es decir que si me aferro al Creador como una sanguijuela, entonces ninguna otra cosa me preocupa y yo no reemplazo este estado con nada?

Respuesta: No es que nada me preocupe. Hay una tensión constante que no les permite irse, no la pierdan, no la pierdan, y no la pierdan. Pero si el grupo les ayuda a que este se convierta en un viaje agradable, porque junto con los demás todos ayudan, todos actúan, todos se despiertan, entonces ustedes son liberados de la tensión.

De todos modos, ustedes no pueden sostenerse en una posición en este estado por su cuenta. Pero cuando el grupo los abarca, entonces comienza su trabajo compartido. Y el Creador, en vez de iluminarlos personalmente con algún pequeño rayo de Luz, comienza a revelarse entre usted como toda una gama de sensaciones como un mar que desborda sus orillas.

Y comienzan a jugar con este nivel de poder entre ustedes. Pero este ya es un juego fácil. Es difícil sólo mientras son sostenidos individualmente por el Creador. Pero cuando lo sienten a Él en medio de ustedes, ya empiezan a jugar con esta característica: cómo puede ser incrementado, cómo puede cambiarse su forma; esto está en sus manos.
(110403)
De la Convención en Krasnoyarsk del 6/14/13, Lección 3

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