El mal se revela en la conexión

Pregunta: En nuestra difusión, ¿tenemos que evocar sentimientos de vergüenza en la gente, mostrándoles qué tan lejos están de la garantía mutua?

Respuesta: No. Nosotros solamente le explicamos a la persona que puede ser salvado de los problemas: Bajo ninguna circunstancia le decimos que ella es mal.

No hay nada malo en la persona. Nosotros descubrimos el mal en nosotros si nos conectamos con los demás y deseamos preocuparnos por ellos.

Yo tengo diferentes atributos físicos: buenos y malos, finos y toscos, pero el mal no se revela en mí hasta que llego al grupo, hasta que comienzo a conectarme realmente, hasta que oigo hablar de garantía mutua, y hasta que veo cuan renuente soy a conseguir eso. Esta falta de deseo es la inclinación al mal.

Todo lo que hay por debajo a eso se encuentra en el nivel bestial y no tiene nada que ver con la corrección. La corrección se realiza únicamente en la reciprocidad entre las personas con el fin de llegar a la adhesión, a la conexión y a la garantía mutua. Sólo en función de este criterio puedo ser bueno o malo.

Así que cuando nosotros llevamos el mensaje de garantía mutua a la gente, no les decimos que son malos. ¿De qué manera es mala la persona? Después de todo, ella nació de esa manera. El Creador la ha puesto en esas condiciones.

La persona tiene que descubrir el mal por sí misma y convertirse en su propio juez. Nadie sabe cómo funciona internamente cuando hace un esfuerzo por unirse con los amigos, por formar una vasija colectiva con ellos, por revelar el atributo del otorgamiento.

Es sólo con respecto a eso que se mide el mal. Cuando la persona no quiere ser incorporada en la vasija general, aquí es donde se oculta su inclinación al mal. Si la vasija se corrige, ella se llena con el atributo del otorgamiento, es decir, con el Creador.

Cuanto más descubre la persona su reticencia, la inclinación al mal, tanto más siente la necesidad de hacer algo.

Después de todo se siente mal, y esta es la salvación. No hay nada mejor o más importante. Así que es a través de la inclinación al mal, que la persona alcanza una oración llamada «elevación del MAN«, y luego, recibe la respuesta y es incorporada en todos.

Así que no hay nada malo en nadie. Cada uno tiene lo que le fue dado desde Arriba. Hasta que la persona no entra a un grupo y comienza a desarrollarse en el nivel hablante, ella no existe, y por lo tanto no hay nadie del cual podamos hablar. La persona no existe en el nivel bestial.

(66291 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/13/12, «La Paz»)

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