Esperar la curación del Zohar

Cuando leo el texto del Zohar, no es bueno si el texto oculta de mí el propósito de la lectura. Constantemente verifico: ¿Qué es lo que quiero exactamente al leerlo?

En primer lugar, deseo que la lectura del Libro del Zohar me revele mi enfermedad, mi egoísmo, y luego me cure ayudándome a adquirir el atributo de otorgamiento en lugar de éste. Quiero adquirir la unidad con los otros que aspiran a la misma meta. Esto se llama la intención antes del estudio.

Después de preparar la intención o la razón por la cual leo El Libro del Zohar, entonces puedo empezar la lectura. Si puedo mantener la intención constantemente, entonces puedo permitirme también escuchar el texto y su significado.

Es parecido a una persona enferma cuando se encuentra en un estado crítico: Lee un libro de medicina sólo para descubrir la cura. ¡Nada más le interesa! No le preocupa el estilo del texto o los detalles de la historia. ¡Sólo busca el remedio (el elixir de la vida: La luz)!

Por lo tanto, lo más importante es que debemos tener la intención correcta y luego de eso podemos escuchar los detalles que nos relata El Zohar. No existe nada más importante que recibir el “tratamiento médico”, porque no percibimos la historia verdadera hasta que entramos a ese estado nosotros mismos.

¿Entonces, por qué los autores del Zohar escribieron para nosotros todas esas historias? Fue para que hiciéramos el esfuerzo de mantener la intención. Sólo después de esto, en la medida de que será posible, podemos permitirnos escuchar la historia al desear revelarla por medio de la intención. Tenemos que darnos cuenta que no estamos viviendo estos estados y no entendemos el texto, pero sí queremos revelarlo y aspirar al estado interno que se describe. Entonces podremos entender el texto y conectarnos con él.

Mi primer deseo es alcanzar la cualidad espiritual a través de la actitud correcta hacia El libro del Zohar. Luego de eso puedo prestar atención al texto y asegurarme que lo entiendo correctamente. A esto se le llama, “querer alcanzar lo que se estudia”, como está escrito en el punto 155 de la Introducción al Talmud Eser Sefirot.

El texto del Zohar es el lugar en donde yo llevo a cabo mi trabajo interior y hago los discernimientos sobre en dónde me encuentro. Primero, tengo una intención en relación a la meta y luego una sensación en  relación al texto.

Tenemos que sentir las profundidades de los estratos del alcance.  A esto se le llama “Esforzarse en la Torá y en los Mandamientos”, y “Estudiar la Torá”.

(De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 12 de septiembre 2010, sobre El Zohar.)

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