Evitando un destino fatal

Dr. Michael LaitmanPregunta: Pienso que una persona contemporánea necesita un claro entendimiento de lo que está sucediendo en el mundo. Ella está absorbiendo un flujo de información acerca de desastres naturales, eventos trágicos, y problemas sociales, pero no tiene una imagen clara de lo que está sucediendo.

Respuesta: Por supuesto, nosotros tenemos que ver todo el sistema en general. Pero la persona contemporánea aún no siente el miedo universal por el futuro. Para esto, tiene que estar en un nivel completamente diferente, tener una visión del mundo más amplia, y ser capaz de ver horizontes distantes. En mi opinión, este miedo aparecerá en las personas simples cuando la naturaleza comience a despertarnos a través de serios desastres que sacudirán a la persona: Algo sin precedentes se acerca a ustedes y son incapaces de evitarlo.

Es posible de alguna manera suavizar, ocultar, huir o esconderse de lo que sucede en una sociedad. La persona aún no se siente como un conejo acorralado que ve acercarse a una boa. En este estado no seremos capaces de hacer nada, porque la naturaleza misma nos sacudirá con el fin hacer consciencia de todo este destino fatal, despiadado. Es deseable que la persona se dé cuenta de esta imagen no en el momento de la acción en sí, cuando el desastre ya es inevitable, sino antes de tiempo, a fin de describirlo y entender cómo evitarlo.

Nosotros tenemos que mostrar todo esto en el libro de texto de Educación Integral, hablar acerca de la naturaleza del egoísmo en sí y cómo en nuestro mundo no podemos arreglarlo porque no poseemos las herramientas para esto. Somos dirigidos por el deseo de llenarnos, de saciarnos, incluso a expensas de otros.

O simplemente queremos humillar a otros porque cuando nos elevamos por encima de ellos, nos sentimos más cómodos. Esta es una inmensa fuerza egoísta que trabaja en todas las direcciones.

El ego es la única fuerza de la naturaleza. Todas las leyes físicas, químicas, biológicas, y genéticas sólo se derivan del ego. Todo nuestro mundo es un gran ego. Este es el deseo de recibir, de ser llenado, el deseo de absorber, de ser reforzado, de llegar a la máxima satisfacción, etc. En adición, yo siento y mido constantemente mi estado en relación al entorno. Si tengo una vara en mi mano y mi vecino tiene dos, ya me siento herido.

Se concluye de esto que no hay poder en el mundo que pueda doblegar de alguna manera al ego ¿Entonces dónde está la segunda fuerza que estará lista para equilibrarlo? Eso es específicamente lo que debemos encontrar.

Uno puede encontrar esta fuerza sólo en una sociedad organizada de la manera correcta. Cuando esa sociedad está observando el tsunami que se acerca, comienza a unificarse para descubrir dentro de la conexión correcta entre ellos el atributo altruista general, mediante el cual todos están incluidos en los otros y se vuelven un todo colectivo. Y esta fuerza se opondrá y hará frente tanto al ego individual como al ego colectivo. Cuando tengamos en nuestras manos las dos fuerzas y podamos usarlas correctamente, alcanzaremos el sistema equilibrado, la relación correcta con respecto a nosotros mismos, la sociedad, la naturaleza, y el mundo.

(122968 – De un programa de televisión «Un mundo integral» del 24 de octubre del 2013)

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