Toda nuestra percepción se crea por las sensaciones de este mundo. Todos los productos de nuestra imaginación se derivan de nuestras sensaciones y nunca podremos imaginar nada que no tenga conexión con nuestras experiencias anteriores.
Incluso si intento imaginar un animal de un planeta diferente, la imagen de cualquier forma siempre estará basada en aquello que ya conozco. Es imposible imaginar algo que no tenga alguna analogía con mis sensaciones. Mis acciones siempre proceden de ellas y por lo tanto me limitan.
Soy el prisionero de mis sensaciones, pero hoy en día, hasta los científicos descubren que para fines prácticos todos necesitan transformar su percepción del mundo.
Por el momento, percibo este mundo dentro del atributo de recepción pero tengo que adquirir el atributo de otorgamiento y percibir el mundo desde esta perspectiva, no en la imaginación, sino con una percepción real. Esta nueva percepción será la del mundo espiritual.
Mi actitud debe ser pragmática y práctica, puesto que la Cabalá es una enseñanza práctica que no tiene conexión alguna con los conceptos de la filosofía abstracta.
(Extracto de la lección sobre el artículo La sabiduría de la Cabalá y la filosofía http://www.kabbalah.info/es/table-of-contents/baal-hasulam/270 correspondiente al 04 de diciembre 2009.)
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