La ciencia más difícil y la más sencilla

Se sabe que el Creador creo sólo el deseo de disfrutar. Este deseo, “el cuerpo”, desarrolla y produce una mente o “cabeza” dentro de sí mismo para ayudarle a alcanzar lo que desea. Toda la mente o la “cabeza” trabaja para el deseo de disfrutar, el “cuerpo”.  Si el deseo, o “cuerpo” necesita algo, entonces la mente (o la cabeza), comienza a actuar para lograr lo que desea. Si el cuerpo no necesita nada, entonces es como si no existiera una mente o una “cabeza”. Por lo tanto, la presencia de la mente o “cabeza” se define por el tamaño o el nivel del deseo.

Cuando estudiamos el Talmud Eser Sefirot intentando entender con nuestra mente, estamos tratando de comprender algo que todavía no existe en nuestro deseo. Eso es porque el Talmud Eser Sefirot habla sólo acerca de acciones de otorgamiento, que se encuentran por encima de nuestros deseos egoístas. Es por esto que es imposible entender el significado de las acciones espirituales; la cabeza (la mente) puede pensar sólo en el nivel de los deseos corporales. Sólo puede percibir lo que el deseo entiende. Y si algo no se encuentra en el deseo, entonces tampoco se encuentra en la cabeza. Así es como está construido el material humano y el espiritual. El cuerpo y la cabeza se relacionan a un “Partzuf o estado.

Por consiguiente, si ves a una persona que es experto en el conocimiento de la estructura de los Mundos Superiores, se trata de alguien que ya se encuentra en el mundo espiritual o está estudiando mecánicamente  y no con el propósito de corregir el deseo. Puede estudiar y adquirir mucha teoría, como los “cabalistas” que Baal HaSulam encontró alguna vez en Jerusalén.

Sin embargo, es imposible que una persona que vino a corregir su deseo entienda la estructura del Mundo Superior hasta que el fenómeno sobre el que lee en el libro empiece a revelarse en su deseo aunque sea un poco. Con esta revelación inicial ya tendrá la habilidad de recordar algo, hablar sobre ello e imaginarlo de alguna manera.

Por lo tanto, no es algo malo si una persona estudia durante mucho tiempo y no sabe nada. De hecho, esa es una señal de que avanza correctamente. Su deseo y su mente están conectados, y su mente trabaja sólo en el grado que él corrige su deseo. Esta es la forma más sana de desarrollo.

(De la tercera parte de la lección diaria de Cabalá el 2 de agosto 2010 sobre Talmud Eser Sefirot.)

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