Baal HaSulam, «La esencia de la religión y su propósito«: La filosofía de la moralidad, denominada «ética», está basada en un conocimiento empírico, a través del examen de la razón práctica, cuya esencia no es más que la suma de los daños visibles que resultan de los nucleones del egoísmo.
…Una vez que han germinado, se revelan luego en nosotros. Este enfoque se basa en la experiencia personal: Sólo después de muchos castigos, los tercos comienza a pensar en la razón de los castigos. De la misma manera, nosotros primero experimentamos sentimientos desagradables que provienen de diferentes acciones y sólo entonces comenzamos a llegar a algunas conclusiones. Este es el camino del sufrimiento: yo sufro hasta que esto me obliga a cambiar mi manera de hacer las cosas.
Todo depende de mi egoísmo, que calcula los beneficios versus los costos. Por ejemplo, me siento en una posición incómoda y aún así no quiero moverme para cambiarla. Yo sufro, pero no lo suficiente como para cambiar mi posición. ¿Por cuánto tiempo permanecer en esta posición? Hasta que el sufrimiento crezca hasta tal punto que valga la pena hacer un esfuerzo para sentarme de manera diferente.
Siempre calculamos las cosas de esta manera y nuestro cuerpo entiende esto muy bien: podemos salir de nuestra situación actual sólo si sentimos el sufrimiento, que nos hacen sentir que es mejor invertir energía y movernos a otra posición en la que no habrá sufrimiento.
Así que mis cálculos dependen de la comparación del nivel de sufrimiento, el placer, y los esfuerzos que se necesitan para cambiar. Yo calculo si el placer esperado es mayor que el sufrimiento presente y los esfuerzos que tengo que hacer.
Esta es una fórmula muy sencilla: Y así, puedo hacer la transición de un estado malo a uno bueno, porque vale la pena.
(62276 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/1/11, «La esencia de la religión y su propósito»)
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