No existe división entre el individuo y el grupo o el trabajo colectivo. Todo es un solo trabajo, cuando veo partes de mi propia alma que son extrañas y odiosas para mí. Y tengo que superar toda esta confusión, niebla, que me engaña, trazándolos ante mí como mis odiosos enemigos, o al menos, como mis esclavos.
No es un trabajo simple porque estoy trabajando en mi vasija espiritual hasta que la reúno por completo y la anexo a mí. Esto sólo es posible mediante el poder del amor, elevándome por encima de todo el odio y la resistencia que siento hacia ellos.
Toda esta oposición permanece como la resistencia generada en oposición a una corriente eléctrica. Juntas, tanto la corriente eléctrica como la resistencia, hacen el trabajo para hacer girar el motor. Como resultado de esta acción, la Luz, el mundo espiritual, está revelándose.
Sin embargo, ahora, estamos completamente separados unos de otros como una cadena rota. Esta no es siquiera un tipo de conexión opuesta. No amo, ni siquiera odio a otros, simplemente no me interesan. Sin embargo, cuando comenzamos a trabajar para acercarnos a otros, entonces sentimos odio, la oposición que está siendo revelada.
Sólo tras un trabajo duro en la esclavitud egipcia de nuestro propio egoísmo, llegamos del nivel de Jacob (del estado pequeño) hacia el monte Sinaí (la montaña de odio). Desde esta montaña de odio, es posible recibir la Luz que Reforma, la cual es llamada la Torá. Ahora, realmente tenemos algo en qué trabajar.
Sin embargo, aquel que no ha comenzado a unirse, que aún está bajo el control de las sensaciones de este mundo y trata de usar a sus amigos de forma mezquina como en cualquier otro lugar, esta persona ni siquiera ha comenzado su trabajo. Tal vez, él no está tratando de usarlos pues puede tener un carácter amable y quiere ser amigo de todos, pero esto no le sirve de nada en su desarrollo.
Y está escrito «Ella trajo su pan [fe] desde lejos», es decir a partir de la distancia y del rechazo. No hay trabajo personal o de grupo aquí. Necesitas reunir dentro de ti todas las partes aparentemente extrañas de la realidad, hasta que reveles en la conexión de esas partes, que todo el universo está dentro de ti.
(54210 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 8/29/2011, Shamati # 121)
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