El viejo amigo perdido en el nuevo mundo

Todo el problema está en el enfoque. Si yo estoy tratando de corregir esta crisis por medio de mis viejos medios, buscando soluciones y tratando de arreglar los sistemas económicos que he construido, esto se llama Amalek (el más grande, más feroz deseo de recibir en nosotros), nuestro enemigo principal.

Pero tengo que darme cuenta que esta revelación viene a mí de la naturaleza. No hay nada que se pueda hacer con los viejos métodos ya que este cambio está sucediendo dentro de la naturaleza humana. Este cambio no está en cada uno de nosotros individualmente, sino en nuestras relaciones, en las conexiones entre las personas. Yo no quería que esto sucediera, pero así ha sido.

Tenemos que empezar a ver esto y a entender que cada uno de nosotros es un egoísta y que seguirá siendo un egoísta. Al mismo tiempo, la conexión entre nosotros se ha fortalecido y es diferente  a como era antes. No seré capaz de establecer esta conexión de acuerdo con las exigencias de mi ego.

Por el momento, todos somos como bolas de cristal, dentro de un sistema, y ​​cada uno bola es egoísta. Sin embargo, las conexiones entre nosotros, ya no son egoístas. Ya no son de la manera en la cual las construimos en el antiguo sistema económico, que fue una impresión directa de nuestro viejo ego, una demostración exacta de las relaciones egoístas.

Pero hoy en día, está manifestándose un tipo diferente de relación, y es por eso que no podemos controlar la red que hemos construido. Esto se conoce como la revelación del Creador, y no estamos tratándola adecuadamente. No entendemos que debemos incluirnos en la nueva naturaleza.

Somos egoístas, pero las conexiones entre nosotros no son egoístas, sino que están cambiando. Tenemos que ser más sensibles a estos cambios y adaptarnos siempre a ellos, de acuerdo con esta nueva conexión. Al hacer esto, «borraremos la memoria de Amalek», nuestro peor enemigo.

De esta manera, eliminamos la indiferencia, el desprecio, y la falta de cuidado. Podemos superar nuestra actitud descuidada hacia los cambios y empezar a examinar lo que está pasando aquí. Entonces, necesitaremos la sabiduría de la Cabalá, porque de lo contrario, podemos desperdiciar todos los poderes que tenemos, todos los científicos, y todos los medios que hay en el mundo en el análisis y aún así no llegar a una única conclusión correcta.

Es así porque nos quedaríamos como bolas de cristal impenetrables, cada uno dentro de su viejo egoísmo. Ahora, tenemos que recibir la instrucción (la palabra «Torá» proviene de la palabra «Oraa» o manual de instrucciones) que nos enseñará cómo actuar correctamente con el fin de realizar acciones aquí, y esto elevará a los cambios, hacia Arriba.

El Creador mismo revela la nueva red, la nueva conexión entre todos nosotros. Para nosotros, sin embargo, esto significa una crisis, porque hemos construido un sistema determinado y él está imprimiendo uno diferente sobre él.

No hay nada que podamos hacer con este nuevo sistema. Todo lo que podemos hacer es cambiarnos a nosotros mismos de acuerdo con este sistema recientemente revelado, ajustar estas bolas de cristal a esta nueva conexión entre nosotros. Esto significa que tengo que elevar una oración, es decir que tengo que pedir un cambio en mí mismo, pedir algo que no tengo dentro de mí, algo que impide que me conecte correctamente con esta nueva red.

Esta nueva red seguirá revelándose cada vez más, esta nube seguirá bajando más y más. Nuestro trabajo es tratar de reconocer a esta red y desear adaptarnos a ella por medio de nuestras acciones prácticas. Por lo tanto, invocaremos una influencia de Arriba realizará esta red dentro de nosotros.

El cambio no será en el sistema, sino en nosotros. Cambiaremos de acuerdo con ella.

(54349 – De la lección diaria de Cabalá 9/2/2011, Artículo de Rabash)

Material Relacionado:
Amalec, un enemigo astuto
Un candente juego de ajedrez en contra de la serpiente
La serpiente es el ángel que ayuda

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *