«La naturaleza aborrece el vacío»

thumbs_laitman_236_01Rabash, «¿Qué es eso que un hombre debe dar nacimiento a un hijo y a una hija en el trabajo?»: Solamente cuando la persona, después de sus grandes esfuerzos, ve que no puede salir del dominio del deseo con el fin de recibir para sí misma, aun así ella ve que está trabajando dentro de la razón y que sólo el Creador puede ayudarla.

Como dijeron los sabios «la inclinación de la persona crece diariamente y si el Creador no la ayudara, ella no sería capaz de superarla», ella no tiene que creer «por encima de la razón» como los adoradores ordinarios que observan la Torá y las Mitzvot, quienes creen «por encima de la razón» que el Creador de hecho les ayuda a hacerlo. Sino más bien como las personas que quieren trabajar para otorgar, para quienes esto está dentro de la razón, hasta una medida tal que tienen que creer que por encima de la razón el Creador puede en realidad ayudarlas a salir del dominio del deseo de recibir.

Se nos dice que, «no hay mayor sabio que el experimentado». Nosotros necesitamos verdaderas vasijas de percepción y no unas imaginarias. Nosotros necesitamos alcanzar primero todo lo que necesitamos dentro de la razón y solamente después, trabajar por encima de la razón. Tenemos que hacer todo lo que podamos para construir y alcanzar nuestras vasijas de percepción.

Así que es imposible que la persona diga de antemano que cree en todo lo que está escrito en el libro y sólo espera que esto se cumpla. Ella debe esforzarse primero tanto como pueda.

Hay una ley que «la naturaleza aborrece el vació». De modo que nosotros tenemos que entender que no puede haber un vacío. Este es un estado indeseable y cualquiera que cree un vacío significa que profana (de la misma raíz en hebreo), que trae la corrupción. Entonces nosotros debemos hacer nuestro mejor esfuerzo con el fin de recoger todos los datos necesarios y alcanzar una decisión certera.

Si nosotros completamos nuestra parte y vemos que sólo el Creador puede operar desde allí en adelante, entonces tenemos que continuar nuestro trabajo con fe por encima de la razón a fin de que Él llene el vacío que queda. De lo contrario no seremos capaces de llevar a cabo esta misión.

La persona religiosa dice de antemano que todo depende del Creador quien lo hace todo y que no hay nada que la persona pueda hacer sino orar. Ella cree que todo está en las manos del Creador y que todo es para mejorar. Pero si ella determina esto por adelantado, no puede hacer la primera parte del trabajo ni alcanzar el reconocimiento dentro de la razón y entonces no será capaz de continuar más tarde con su trabajo por encima de la razón de modo que la oración esté por encima de ella.

Nosotros, sin embargo, tenemos que cumplir con «debes hacer cualquier cosa que esté en tu poder» y solamente entonces puede brotar desde adentro una oración. Esto se debe a que nosotros descubrimos un nuevo vació que el Creador puede llenar por medio de nuestro esfuerzo y esto ya será «por encima de la razón» en las vasijas de otorgamiento, en la cabeza del Partzuf espiritual.

Esta es la gran diferencia entre las personas que trabajan por debajo de la razón y aquellas que trabajan por encima de la razón. La diferencia está en que aquellas que quieren trabajar por encima de la razón deben alcanzar primero la razón y conocer por medio de sus aclaraciones y experiencias que no está en su poder ejecutar ningún acto espiritual. Les aconsejo fuertemente que se apresuren con esta aclaración.

(100222 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 2/12/13)

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