La obligación de iluminar toda la creación

Dr. Michael LaitmanPregunta: ¿Cómo puede contener esto, si de repente sienten el amor del Creador por ustedes?

Respuesta: De hecho, es muy difícil, no hay ningún problema más grande que sentir el amor del Creador; éste simplemente rompe a la persona. Así que tenemos que estar equipados de antemano con la vasija para que el alcance del temor, al trabajar con los amigos en el grupo por medio del desarrollo de la garantía mutua.

Es por esta razón que la vasija se rompió en varias partes y nosotros tenemos que juntarlas de nuevo en contra de su voluntad. Éstas se resisten y no desean conectarse. Entonces, a medida que se adhieren entre sí, nosotros adquirimos el atributo del temor del Creador. Al trabajar con los amigos en la conexión entre nosotros, alcanzamos el temor del Creador.

Esto es lo que debemos agregarle a la creación por nosotros mismos y para esto vivimos. Toda la creación ya existe y lo único que falta en la tesorería del rey es el temor del Creador. Esta misión está registrada en nuestras Reshimot (genes espirituales), y al comenzar a cumplirla, descubrimos que vale la pena estar en el atributo de otorgamiento y que tenemos que vivir en temor. Yo tengo que temer y comenzar a disfrutar de mi otorgamiento para que sea completamente externo a mí y para que nada vuelva a mí.

Incluso si yo otorgo y sé a quién y cuánto le otorgo, al hacer un cálculo exacto, yo no necesito sentir ningún tipo de compensación. Yo no quiero sentir ningún placer en ello, sino sólo la acción real. Entonces decido que yo también quiero sentir placer y la acción misma, pero le transmito todo esto a aquel a quien le otorgo. Esto continúa hasta alcanzar la fase cuatro, que es la última fase, el otorgamiento completo.

Todo está ya completo en la creación, excepto por aquello que la persona tiene que añadir, que es el temor. Imaginen que ustedes ahora están en un gran mundo que es totalmente oscuro. Tienen que encender la luz que está hecha de su temor y con eso ustedes iluminan toda la creación.

Este temor es de no recibir placer de mi otorgamiento, del hecho de que yo pueda manejar la realidad en vez del Creador, de mi cercanía con Él, de los placeres que Él me da, y del hecho de que de repente descubro que soy la persona más importante en el mundo.

El Creador viene a mí y me dice: «¡Yo te he escogido de entre todas las personas! No hay nadie como tú. Eres el único ser humano en toda la creación, en toda la realidad». Tú tienes que estar preparado para aceptar esta actitud que puede hacer que la persona explote y no puedes ser sobornado por él.

Tú has sido manejado para darle contento al Creador y sentir el contento que estás dándole a Él. Cada uno sentirá que es especial en su momento y que allí afuera no existe nadie además de él. Así que tenemos que prepararnos para eso a fin de recibir esta revelación, la adhesión. Aquí se hace evidente que nunca recibiremos nada en las vasijas de recepción y que tenemos que anularlas por completo.

La vasija del temor anula las vasijas de recepción y se enfoca totalmente en el Creador, como un proyector. Entonces ustedes empiezan a trabajar con las vasijas de otorgamiento en las cuales se revelan enormes Luces; tú te mudas al otro lado y te conviertes en la persona que otorga en vez de ser la persona que recibe: Tú otorgas, otorgas, otorgas…

Es como si el Creador te nombrara el administrador de su tesoro para que se lo otorgues a todos. Resulta que ahora que tú apareces ante los seres creados en vez del Creador. Imagina cuanto placer hay en esto por parte de aquel que otorga, quien tiene la oportunidad de otorgarle bondad a todos. Este ya es el verdadero trabajo, y a partir de este punto comienza el trabajo con los verdaderos Masajim (pantallas) cuando tú te vuelves como el Creador con respecto al mundo entero. El temor nunca desaparece; éste te acompaña constantemente al igual que la base del deseo de recibir, la cual permanece.

 (102951 – De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 15 de Marzo del 2013, Shamati # 38)
Material Relacionado:

Ayúdenme a armar el rompecabezas de la creación
Decadencia espiritual: disparidad de intenciones
No quiten el clavo que sostiene toda la creación

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *