Las preocupaciones del embrión

Dr. Michael LaitmanRabash, Shlavei HaSulam (Peldaños de la Escalera), Artículo 38, «Qué significa que una copa de bendición debe estar llena, en el trabajo»: Debido a que es duro sobreponerse constantemente a uno mismo  y anularse ante el superior, para que el superior haga de él lo que el superior quiera. Esto es llamado Ibur, que es el estado de pequeñez que es más restringido.

Por un lado, este es el estado de pequeñez (Katnut), el estado de un «embrión«, el nivel más bajo posible, y por otra parte, es un estado de grandeza (Gadlut). El punto aquí es en qué nivel permanezco yo como un embrión. Esto se debe a que la fase de Ibur (concepción) incluye todos los estados y todos los niveles. Sólo posteriormente me muevo al nivel de Yeniká (amamantamiento) y Mójin (mente), cuando ya trabajo con mi deseo con el fin de otorgar, continuando la misma dirección de auto anulación que está en el nivel del embrión. Entonces, sin embargo, ya me anulo no sólo al restringirme a mí mismo, limitando mi deseo, sino también usándolo con el fin de otorgar, en la misma dirección que empecé a usarlo al principio.

Por lo tanto, el nivel de embrión, el cual es la base de todo, es grande y único. Sobre esta base el ser humano futuro continúa su fase embrionaria, pero ya la usa de forma distinta. De una manera u otra, nosotros nos anulamos constantemente ante el Creador, ante la Luz superior, para que nos muestre nuestra naturaleza y nos dé más fuerza.

Anularme a mí mismo ante el superior significa elevarme por encima de mi yo actual y asumir su forma. Un «embrión» (Ubar -עֻבָּר) es un estado estático de alguien que pasa (Over – עוֹבֵר) de un estado a otro. Es más, él se mueve sintiendo rabia, y en contra de sus deseos naturales, ya que se clarifica y se sobrepone constantemente así mismo bajo presión.

Al principio este camino parece muy difícil e inalcanzable. ¿Es posible vivir de esta manera? Por supuesto, sería imposible si tuviéramos que actuar solos. Pero el Creador ha creado la ruptura de las vasijas para nosotros, y podemos trabajar en un estado de un embrión con ayuda del entorno, y no por nosotros mismos. Estamos rodeados de amigos y trabajamos con ellos. Por lo tanto nuestro trabajo se divide en muchas partes de acuerdo a nuestros esfuerzos, y cada parte se une con las otras. Entonces eventualmente recolectamos los esfuerzos correctos para el estado de Ibur, y finalmente lo aceptamos.

Por lo tanto deberíamos entender que la parte difícil no es la auto anulación, sino la unidad y la conexión en el grupo. Si yo me uno con los amigos, tendré el poder para llegar a ser un embrión.
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De la Convención de Hombres «El próximo paso» del 4/26/13, Lección 2

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