Pregunta: ¿La desaparición de la satisfacción del deseo, nos deja doblemente devastados?
Respuesta: Por supuesto. Pues, con el deseo y la satisfacción que deseabas lograr, deberías haber sentido placer, pero te dejó amargura. Por eso, experimentas una devastación doble, tanto del deseo como de la satisfacción.
Pregunta: Hay una historia sobre un niño que perdió una moneda y se puso a llorar. Un transeúnte le pregunta: «¿Por qué lloras?» Al escuchar la respuesta del niño, le da una moneda y el niño llora aún más. El transeúnte dice: “Te di una moneda. ¿Por qué sigues llorando? El niño responde: «Tendría dos si no hubiera perdido la otra».
¿Quiere decir que en nuestro deseo, sentimos menos la ganancia que la pérdida?
Respuesta: Sí. Esto se llama Ibud MiKeren (pérdida del capital total). Si tuviera un dólar y lo perdiera, no es lo mismo que ganar ese dólar o ganara dos dólares. La pérdida de lo propio, da más dolor que ganar lo de otro.
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De Kabtv «Era post coronavirus,» 23/abr/20
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