Pide la resurrección de los muertos

Acaba de finalizar un congreso muy fuerte; nos sentimos cansados, indiferentes, somnolientos, como si una pesada nube nos abrazara y nos convirtiera en personas ancianas pesimistas.

El Creador se llevó nuestro deseo egoísta, el combustible que tiraba de nosotros hacia adelante. Antes, ardíamos de deseo; nos esforzábamos por obtener recompensas espirituales y estábamos dispuestos a pelear por alcanzar la espiritualidad. Cada uno de nosotros se consideraba un héroe, aun cuando nos sentíamos como «superhombres» sólo porque nuestro egoísmo estaba bastante «encendido» y estaba empujándonos hacia nuevos logros.

El Creador quiere ayudarnos; por lo tanto, Él se lleva nuestro egoísmo para que lo remplacemos con otro poder. Ahora, en vez de ser impulsados desde atrás, nos inspiramos por la grandeza de la meta y somos arrastrados por esta hacia adelante.

Ahora, realmente tenemos una oportunidad de movernos hacia adelante, pero en su lugar nos quejamos de ya no tener energía o deseo ¿Recuerdan cuán «encendido» y enorme era el deseo de ustedes? Sin embargo, no era de ustedes; se los habían dado desde Arriba. Simplemente eran empujados desde Arriba, y como resultado eran traídos al grupo de cabalistas.

En este momento, el deseo de ustedes desapareció y piensan que es mejor dejar el grupo y abandonar la Cabalá porque ya no los atrae ¿De verdad piensan que si ya no les resulta atractiva, significa que hay algo malo con la Cabalá? Cada quien juzga según el grado de su propia corrupción. Es obvio que sin motivación uno no puede avanzar. Incluso las máquinas no funcionan sin combustible.

Uno debe dirigirse al grupo, a los libros, y al estudio; ¡la persona debe exigir ayuda de ellos! ¡Pedirla al Creador!

Si no tienen poder para este tipo de petición, significa que experimentan una deficiencia de la fuerza general, de la garantía mutua. Si tienen amigos que perdieron su «fuerza vital», deben al menos llorar por ellos; como si estuvieran en su funeral; ¡sentir un duelo por los maravillosos amigos que perdieron! Miren las pesadas lápidas sobre sus pechos, es decir, los corazones de piedra de los que no se pueden deshacer.

En algún punto brillaban con un deseo, pero ahora sólo podemos llorar por ellos. Pronto, ustedes mismos descenderán al mismo pozo. Sin embargo, si están listos para ayudarse antes de que suceda, seremos capaces de elevarnos desde cualquier tipo de caída. No sólo seremos capaces de superar nuestra indiferencia, lidiaremos con un odio genuino si este debe surgir entre nosotros.

Sólo el poder del grupo puede iniciar un deseo «de la nada». En este momento, no tenemos este tipo de deseo, ni puede surgir de ningún lugar. Sin embargo, tenemos que «encenderlo» artificialmente, como si estuviéramos iniciando un nuevo negocio e hiciéramos publicidad de nuevos productos. Este debe volverse nuestro negocio espiritual común; como resultado, provocará tal necesidad en nosotros que simplemente estaremos «ardiendo» de deseo. ¡Por debajo de este deseo, no puede haber nada en absoluto!

Las personas esperan la noche entera en la entrada de las tiendas para comprar un iPhone de quinta generación. Aprendan cómo anunciar sus «productos» yendo más allá de las necesidades artificiales. Después de todo, la meta que perseguimos también le parece «artificial» a nuestro egoísmo.
(89029)
De la 3° parte de la Lección Diaria de Cabalá del 9/24/12, Estudio de las Diez Sefirot

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