Si nos encontráramos con Adam…

Dr.Michael LaitmanPregunta: ¿Cómo es posible que en el mundo que está «hecho de la nada» haya aparecido una metodología que describa la verdadera naturaleza como opuesta a la naturaleza de la creación? ¿Qué sirve de puente entre los mundos y qué los conecta?

Respuesta: Hace 5772 años, existió un hombre que fue el primer ser humano que alguna vez se preguntó: «¿Qué está pasando en el mundo? ¿De dónde proviene y para qué fue creado? ¿Quién es el «jefe» que gobierna este mundo? ¿Por qué gira alrededor del Él y junto con Él?».

El nombre de esta persona era Adam. Al hacerse estas preguntas, el trató de resolver el misterio y no sólo descifró el «secreto» sino que escribió también un libro, «El ángel secreto» que significa una «fuerza secreta», dado que la palabra «ángel» significa «fuerza». Por medio de este libro, vemos exactamente lo que él alcanzó, sintió, vio y describió en sus historias alegóricas.

Adam comenzó toda una galaxia de cabalistas que describieron la espiritualidad de una manera sin precedentes y apasionante. Nosotros sentimos lo mismo mientras leemos sus libros, ya que la naturaleza superior es inmutable. Esto significa que hoy en día los cabalistas contemporáneos que revelan el sistema de la naturaleza y los que vivieron hace quinientos, mil, mil quinientos o incluso hace cinco mil quinientos años (como Adam) hablan acerca de las mismas cosas.

Ellos describen una y solamente una fuerza que incurre en muchas sub fuerzas, las cuales influyen en nosotros y definen todo lo que nos sucede. Esta ciencia es llamada «la sabiduría de la Cabalá«. Si yo leo un libro que fue escrito hace cincuenta, quinientos, mil quinientos o dos mil quinientos años atrás (¡para mí, es lo mismo!) no hay diferencia entre ellos en absoluto. Todos ellos describen las mismas cosas.

Entonces, si yo me encontrara con el autor que escribió un libro hace cuatro mil años, digamos Abraham, yo sería capaz de hablar fácilmente con él acerca de estos temas y él me contestaría mis preguntas de hoy en día sobre qué deberíamos hacer y en qué concentrarnos. Nosotros no tendríamos ningún problema en hablar con él, ya que nuestras preguntas y aclaraciones serían exactamente las mismas y fácilmente nosotros entenderíamos las preocupaciones, los pensamientos y las aspiraciones del otro. Él comprendería  nuestras preguntas y nos daría a explicaciones minuciosas que serían muy evidentes para nosotros ya que estamos tratando con la materia eterna, la fuerza de la eternidad y el movimiento perpetuo. De esto se trata la sabiduría de la Cabalá.
(102122)
De una lección virtual del 3/3/13

Material Relacionado:
Maljut que quiso alcanzar Keter
El hombre no se rinde
Cabalá sin rastro de misticismo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *