Siete mil millones de amas de casa

El enfoque de la Cabalá es muy científico. Sin embargo, no lo imponemos, sólo queremos señalar los hechos evidentes del mundo interconectado, que son imposibles de ignorar.

A partir de estos hechos avanzaremos hacia los cambios en la naturaleza humana, porque ahora, al conseguir una educación integral, la gente está empezando a pensar en términos de un sistema integral. Antes, lo vieron y lo percibieron a través del prisma de su egoísmo, «yo y los demás», mientras que ahora, la persona está empezando a sentir al mundo a través de un prisma que absorbe toda la Luz visible. Ella no se centra en el beneficio personal, sino en el bien de toda la humanidad. Su visión está volviéndose general y su mente está adquiriendo una forma diferente de pensar. Su percepción pasa a través de todos los demás.

Un ejemplo podría ser el ama de casa, una madre que cuida de sus hijos, de su esposo, y de la casa, arreglándolo todo. Ella ve la vida y el futuro,  no en relación con su personalidad, sino en relación a su familia. Ella ve la realidad de hoy y la de mañana, no en relación a sí misma, sino en relación a ellos.

Si una persona comienza poco a poco a mirar el mundo de esta manera, se eleva a un nuevo grado. Se desarrolla en ella un nuevo sistema de percepción de la realidad. No se siente dentro de sí misma en una realidad personal, egoísta, e individual, sino que la ve según la forma en la que todos los demás la sienten.

En esencia, esta es la regla, «amar al otro como a ti mismo». La persona se acerca gradualmente a este estado en el cual se encuentra no sólo en confrontación con la humanidad y en cercanía con algunas personas individuales, sino que comienza a sentirse en el interior de este «pozo», dentro de la humanidad, dentro del sistema general.

Entonces, su percepción, su visión, y su forma de pensar y de sentir cambian, toda su realidad cambia. Sale de sí misma y revela una nueva realidad que no sentía antes, una nueva dimensión en su nueva percepción.

Si la humanidad avanza hacia esta intención, alcanzará lo que llamamos el mundo espiritual superior. Esto no es sólo un nombre, sino que está muy relacionada con la percepción y el otorgamiento en lugar de estarlo la auto-recepción.

Además, la palabra «otorgamiento» no se utiliza en el sentido corriente. Es cuando yo siento lo que hay en común entre todos nosotros, y si yo no me preocupo por todos, no obtengo nada. Hoy en día estamos empezando a entender esto, aunque lentamente.

Nos costará mucho dolor y esfuerzo, pero si introducimos la educación global, la gente comenzará a prestar atención a varios ejemplos que provengan de películas, obras de teatro, novelas, programas de televisión, e historias que demuestren que el bien y el mal se consideran sólo con respecto a la sociedad. Estamos en un sistema global en el que estamos viviendo un proceso global que está acompañado de cambios que podemos poner en práctica, solo con la condición de que empecemos a desarrollar un nuevo tipo de educación.

Yo hablé de esto en el Foro Espiritual Mundial en Arosa en el 2005. Sin embargo, todavía vemos que la gente no está preparada para esto, a pesar de ser incapaz de escapar de esto, y a pesar de que ya están al borde del desastre.

Por ejemplo, hace unos meses, la deuda nacional de EE.UU. superó el total de recursos del país. En otras palabras, aun que vendan todo lo que tienen, no serían capaces de cumplir con sus obligaciones. Si ellos reconocen el colapso y se declaran en quiebra, el mundo caerá después de ellos. Por lo tanto, el mundo está exigiendo, «Sigamos jugando. Continúen imprimiendo dinero como si tuvieran algo con que respaldarlo».

Estos son los juegos que estamos jugando. Esta no es la economía en el sentido antiguo, clásico. Seguimos avanzando aún más con los ojos cerrados, confiando en el azar, en vez de comprometernos con la corrección. No tenemos otra alternativa que una educación integral, y ya estamos conscientes de ello.

La economía es el lenguaje de nuestro egoísmo. Nuestras relaciones se basan en el principio de «dame a mí, y yo te doy», en el sistema de la máxima ganancia a expensas de los demás. Es precisamente en el lenguaje de la economía que nos comunicamos en nuestras interacciones egoístas, porque la economía es la esencia de nuestra unidad egoísta.

Nosotros la construimos de acuerdo a ciertas reglas y por ello, puede existir. Estamos viviendo la crisis de este sistema en primer lugar, porque las conexiones egoístas entre nosotros han alcanzado el estado final, y ya no es posible vivir de esta manera.

Por lo tanto, dadas las circunstancias, hago un llamado a la gente ni siquiera como cabalista, sino como una persona común y corriente que se preocupa por el futuro de la humanidad. Yo mismo no necesito nada, pero insto a la gente a que vea lo que está por delante de cada uno de nosotros en la misma medida.

Yo no doy consejos de cosecha propia. No sugiero teorías propias, ni propongo ninguna ciencia nueva, especial. En primer lugar, les digo: Dejémonos guiar por la ciencia, ya que es reconocida igualmente por todos.

(51136 – De una conversación acerca de un nuevo libro del 7 de Agosto del 2011)

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