Un anti mundo fundamentado sobre una fórmula desconocida

Dr. Michael LaitmanEs muy difícil revelarles y explicarles la Cabalá a las masas de gente común, porque esta es una realidad que no se siente. Además, es opuesta a ellos, es un «anti mundo». Y no se trata sólo de una realidad opuesta, donde el «más» (+) puede reemplazarse con el «menos» (-), sino que el hecho mismo de que sea opuesta es incomprensible para la persona normal, puesto que esta fórmula no funciona en nuestro mundo. Por lo tanto, es natural que esta sabiduría sea practicada solo por unos pocos.

A pesar de que muchas personas están de acuerdo en que la Cabalá probablemente habla de algo muy exaltado, bueno y correcto, ellas sin embargo, no son capaces de comprenderla. Por lo tanto, nosotros somos testigos de cómo la humanidad misma se hunde más profundamente en el engaño de buscar consuelo en todo tipo de sucedáneos de la verdad: teología, misticismo y diversas tendencias de la «nueva era». Bueno, ¿qué se puede hacer? Tenemos que esperar hasta que la humanidad crezca. Cuantas más enseñanzas que pretenden revelar la espiritualidad sigan circulando, más pronto verá la humanidad qué es bueno y qué es malo.

Es un hecho bien conocido que cuanto más popular se vuelva la persona, más pronto se hace evidente su valor real. Si un médico se anuncia a sí mismo, todos se apresurarán a hacerse tratamientos con él. Y si no es un médico muy bueno, con tantos pacientes esto rápidamente se sabrá y ellos se irán.

Antes de eso, él aún podía tratar a los pacientes, pero después del esfuerzo publicitario, en general, ninguno de ellos le llegará. En otras palabras, el anuncio promueve la revelación de la verdad.

Es por eso que los cabalistas no se oponen otras enseñanzas; que todas tengan su lugar, dado que todas ellas existen debido a la naturaleza del deseo no corregido. Mientras las personas encuentren algún llenado en estos métodos, nada puede hacerse al respecto. Dejen que la persona haga sus propios discernimientos en su egoísmo y luego llegue a la verdad. Hay muchos obstáculos y enseñanzas falsas que se interponen en nuestro camino, pero sirven como ciertos filtros que nos ayudan a tamizar el ego a través de ellos.

Y cuando la persona ha pasado finalmente a través de todos estos filtros y deja de creer en las diversas fuerzas («múltiples dioses») y en sus propios poderes, así como en todo tipo de fetiches, como hilos rojos, talismanes, y bendiciones, ella se da cuenta que ¡nada puede ayudarla, sino la Luz Superior que nos reforma y nos devuelve a la fuente del amor!

Además, ahora está segura de que sabe lo que significa «bueno». Y entonces, llega a él.

(29980 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 16 de Diciembre del 2010, Escritos de Baal HaSulam)
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