Un consejo práctico a partir de la experiencia personal

Dr. Michael LaitmanCon el fin de no caer, de no descender en el trabajo, yo mismo necesito buscar deficiencias en éste, incluso durante un ascenso. Como dijeron los sabios: «Un anciano camina por ahí con la espalda encorvada, siempre mirando hacia el suelo como si buscara algo y estuviera temeroso, de antemano, de perder algo». Un consejo más acerca de esto es llenar nuestro tiempo con el orden del día, atarme a compromisos adicionales: al trabajo de diseminación, traducciones, escribir artículos, trabajar en textos, trabajo en la cocina, etc.

Si la persona está involucrada constantemente en algún tipo de trabajo obligatorio, sin importar qué trabajo es, esto evitará que caiga porque será obligada a hacer algo con relación al avance espiritual sin importar su estado. De otra manera, estará ocupado con esto sólo cuando sienta un ascenso.

Después viene un descenso, el cual en principio no siente aun cuando ya ha comenzado a descender. Es muy fácil descender, y le parece a la persona que aún está en ascenso. Es lo mismo en la vida corporal cuando se desciende una colina, lo cual siempre es fácil. Aún sientes que estás arriba, pero en esencia, has comenzado a descender. Y cuando estás descendiendo, ya no tienes un deseo de abrir un libro, de leer algo, de escuchar, de aprender. El estado de apatía desciende sobre ti y te domina, y entonces es muy difícil salir de este.

Por lo tanto, es necesario idear una agenda precisa que asegure la protección de la persona. Y cualquier otro consejo es ciertamente correcto pero casi imposible de realizar en la práctica. Esta es la ley, pero con el fin de observar la ley, debemos organizar para nosotros mismos una agenda diaria estricta, donde nos comprometemos a estar todo el tiempo ocupados con el trabajo espiritual. Esto es lo que les recomiendo a partir de mi experiencia.

(106173 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 28 de Mayo del 2013)
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