Un egoísta puede hacer más

Extracto del discurso en el tercer foro mundial espiritual «Hacia una consciencia integral» en Arosa (Suiza), Enero 23 del 2006:

Si la célula de un organismo viviente comienza a actuar de manera egoísta con respecto a las otras células, se convierte en cancerosa, mata a todo el cuerpo, y como resultado, a sí misma. Una célula cancerosa está continuamente dividiéndose. Devora todo a su alrededor, al no tener obligaciones hacia ellas y ninguna reacción a las órdenes del organismo.

De hecho, esta es la clave de todos los problemas, no sólo de las enfermedades cancerosas. Nuestro egoísmo desarrolla tales características, aun cuando el balance de acuerdo al principio de equilibrio, armonía, y el esfuerzo por un estado confortable está inculcado en la naturaleza en todos los niveles, ya sea el inanimado, vegetativo, o animado. De una manera u otra, todo existe solamente para mantener el balance y para avanzar hacia este.

Sin embargo, no entendemos el problema de manera correcta, y nuestra visión del desequilibrio de fuerzas es errónea también. La falta de equilibrio en la Naturaleza es necesaria para llevarla a una armonía aun mayor. Siempre avanzamos mediante dos estados: equilibrado y desequilibrado.

Inicialmente, existíamos en un estado perfectamente equilibrado entre menos y más. Todos los sistemas de nuestro organismo estaban funcionando bien, entonces, la naturaleza creó en nosotros un estado de desequilibrio, y el negativo superó al positivo.

¿Por qué fue hecho así? Fue hecho así para que nosotros llegáramos a un mejor estado ¿Cómo podemos llevarnos a nosotros mismos a un estado de equilibrio? El negativo se nos entrega desde Arriba, por Naturaleza, mientras que debemos equilibrarlo con una fuerza positiva más grande, igual a este. Esta acción es producida específicamente por nosotros.

Así, la naturaleza nos fuerza a compensarnos, desequilibrándonos intencionalmente. Tan pronto como hemos llegado al equilibrio, una vez más crea un menos adicional, desde Arriba, y debemos llevar este menos hacia el más, hacia un estado de equilibrio, por nuestra cuenta.

Así, avanzamos si entendemos correctamente que de esta manera la Naturaleza desea elevarnos de un grado al siguiente. Al principio, nuestro egoísmo tenía el valor de cero. Después, adquirió el valor de menos uno. Después, ganó un valor altruista de más uno, y, una vez más, de menos dos grados egoístas, luego de más dos altruistas, y así en adelante. Así es como la Naturaleza lleva a cabo el crecimiento.

Si entendemos este principio, entonces pasamos a través de los estados de descenso «menos» muy fácilmente y salimos hacia los estados de ascenso. Todo aquel que camina por el sendero espiritual siente esto.

«Ayer me sentía tan bien. Entendía y conocía todo, experimentaba las sensaciones más sutiles. Todo se volvió tan fácil y lindo en mi cabeza, pero hoy siento un bloqueo. Nada es claro; no siento nada, y odio todo. Todo esto es tan estúpido ¿Qué estoy haciendo? Todos estos supuestos amigos…..»

Para nosotros, justo ahora, es exactamente así. Por eso debemos registrar nuestros estados. Aclarará cómo somos y cómo pasamos a través de ellos. Más tarde, nos daremos cuenta gradualmente que los descensos se nos entregan para que podamos compensarlos con el ascenso. Al ir a través de esas acciones paso por paso, avanzamos, pero sólo si entendemos qué se necesita hacer.

Desafortunadamente, las personas usualmente hacen lo opuesto. En lugar de mejorar el más, quieren aniquilar el menos. Aquí es donde la Cabalá advierte: ¡No lo hagas!

El menos es toda nuestra energía, todo nuestro entendimiento, toda nuestra conciencia. Mientras más grande sea la persona en su deseo, más alto se coloca. Puede hacer más, bueno o malo, no importa. La clave es un gran deseo. Nunca lo destruyas o lo bajes a un nivel vegetativo.

Después de todo, el egoísmo es nuestro vehículo, nuestro instrumento, el cual nos ayuda a ir hacia adelante. No debemos eliminarlo, no podemos de todas maneras. Constantemente estamos creciendo en nuestro egoísmo y hemos llegado a una crisis egoísta el día de hoy, precisamente para que podamos comenzar a usar y realizar nuestro deseo correctamente.

(34209 – De la Lección 2, Convención de Berlín del 01/28/2011)

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