Un escape fallido de la crisis

Pregunta: Muchos están de acuerdo con la unicidad del Creador, con el determinismo, con que la existencia sigue un guión, pero aún así intentan «leer» su destino a través de esoterismo, adivinos, etc. No quieren usarlo, sino adaptarse a ello….

Respuesta: El asunto es que en la base de todas esas investigaciones no sienten una necesidad de hacer una pregunta acerca de la causa subyacente. En general, hemos dejado muy atrás la ciencia exaltada asociada con la percepción de la realidad, la filosofía de la visión del mundo. Hoy en día los premios Nobel son entregados por descubrimientos que son puramente técnicos, prácticos, y rentables. De esta manera, la ciencia también está en crisis: Hace décadas que no revela ningún principio fundamental establecido en la naturaleza.

Las personas tienen otras necesidades; no les atraen los asuntos exaltados. Anteriormente, un investigador se esforzaba por llegar a la misma esencia de las cosas, por descubrir el porqué, no el cómo. No estaba satisfecho con una fórmula que describía un nuevo fenómeno observado, sino que buscaba su lógica, su patrón: ¿De dónde ha emanado? ¿Hacia dónde fluye? Y entonces llegaba al factor exaltado: ¿Cuál es la razón por la cual fue creado de esta forma en particular? ¿Por qué está la naturaleza organizada de esta forma específica? Siempre debemos hacer esta pregunta, pero desafortunadamente hoy en día no existe esta demanda.

Pregunta: ¿Cuál es la razón por la que no nos escuchan? ¿Cómo cambiamos esto?

Respuesta: No puedes cambiarlo. Si las personas simplemente buscan añadir más conveniencia y comodidad a sus vidas, no les importa el resto. En el esquema a gran escala, ¿A quién le importa la ciencia en estos días? Hoy, un buen científico es alguien que puede proporcionarnos un poder superior y armas. No nos atrae en absoluto entender la esencia interna de las cosas. Tal es el resultado de la crisis general, y entonces aún no hay a quien dirigirse.

En estos días, sin embargo, las personas están comenzando a sentirse mal debido justamente a esta crisis. Ya ningún tipo de ciencia les ayudará. En anticipación a un colapso, la persona tendrá que averiguar quién lo está derribando y porqué. No hay otra opción; será necesario descubrir eso porque ya no hay lugar a donde huir. Antes podía encontrarse alguna escapatoria: «Aseguremos nuestra casa, construyamos una casa más resistente con calefacción y aire acondicionado, asegurémonos de que el aprovisionamiento de comida no dependa de las condiciones del clima, extraigamos los tesoros de las profundidades de la tierra…» huimos de los infortunios con ayuda de la tecnología.

En su tiempo, Aristóteles y Platón nos advirtieron en contra de esto. No querían revelar el conocimiento científico a las masas porque sabían que en tal caso comenzarían a usar la ciencia para su ganancia personal ¿Por qué revelar un camino que en unos cuantos milenios los llevaría a un callejón sin salida? Mejor que sientan de una vez que están en problemas y corran hacia el propósito de la creación.

Los antiguos filósofos Griegos sabían de la ciencia de la Cabalá, entonces no es coincidencia que estuvieran en contra de la revelación del conocimiento científico. Después de todo, la humanidad lo usa sólo para endulzar sus dolores, que deliberadamente son enviados por el Creador para llevarnos hacia el propósito de la creación. Hicimos gala y nos enorgullecimos de nuestros logros cuando en realidad, simplemente estamos involucrados en una carrera sin final, que de todos modos nos llevó a esta crisis. Y aun así, era posible superar esto incluso hace dos mil años.

Sólo ahora, cerca del final de su carrera, las personas ya están haciendo preguntas: «¿De dónde vienen esas desgracias? ¿Qué significan? ¿Cuándo terminarán? ¿Qué debemos hacer?» Una persona es incapaz de tolerar simplemente el sufrimiento, tendrá que embarcarse en una búsqueda. Hoy en día el callejón sin salida ya es evidente, y ahora, a causa de la falta de esperanza, la humanidad debe identificar la causa de sus desgracias.

Los que están en el poder, sin embargo, no quieren revelar toda la verdad acerca de lo que sucede. Si eso sucediera, aquellos dotados con riqueza y poder tendrían que compartir y reorganizar la sociedad humana de acuerdo al principio de garantía mutua. Este tópico aún es un tabú, nadie habla de ello, y por lo tanto, no hay una solución a la crisis.

Pero tarde o temprano el sufrimiento derretirá el hielo, y esos problemas tendrán que ser afrontados. Y entonces al buscar la causa de sus desgracias y formas de salvarse, la humanidad llegará a la revelación del Creador. Nosotros estamos haciéndolo artificialmente al reunirnos en un grupo y construir las condiciones necesarias de acuerdo a la metodología cabalística. Nosotros también somos presionados por las desgracias, pero añadimos nuestros propios esfuerzos encima de estas para que nos hagan avanzar en el camino a la meta. De esta manera estamos usando la fuerza positiva, que nos da aceleración, mientras que el resto está siendo acelerado con aguijones y patadas desde atrás.

(64066 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 22 e Diciembre el 2011, Baal HaSulam, «La Libertad»)

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